La lista de espera para una primera consulta en Oftalmología y Traumatología del HUBU se incrementó en verano entre un 40% y un 47% -siempre con respecto a las mismas fechas del 2022- lo cual significa que el servicio dedicado a la vista ya es el más atascado del hospital, con 6.383 personas pendientes de una primera visita. El segundo puesto lo ocupa Traumatología, con 5.748 nuevos pacientes pendientes. El alza interanual de la lista en sendos servicios es tan significativo que, entre los dos, concentran ya el 28,2% de todas las primeras citas que el hospital reconoce como acumuladas: 42.904, según datos de Sacyl. Es, de nuevo, el peor dato de la Comunidad y no refleja toda la realidad, ya que en el momento de cerrar el trimestre y sacar la estadística, el HUBU tenía otras 953 peticiones de consultas sin asignación de fecha y hora.
La gerente del hospital, Ana Lucía Fernández Eroles, no oculta su desazón ante la pésima evolución de la lista de espera por especialidades. «Se me cae el alma a los pies», admitía a primeros de octubre en una entrevista con Diario de Burgos en la que avanzaba que el balance del verano iba a ser malo y, por tanto, manifestaba la necesidad de replantear el modelo. «No podemos seguir haciendo lo mismo, porque [en verano] hemos hecho 10.000 consultas más y ha aumentado la lista», explicó a este periódico, en el que añadió que «no podemos seguir creciendo, ni en lista de espera ni en actividad. Y con plantilla reducida, tampoco. Habrá que hacerlo de otra manera».
La alusión al personal no es casual, dado que el HUBU arrastra déficit de facultativos en buena parte de sus especialidades. Y, entre ellas, Oftalmología y Traumatología. Estos dos servicios son de los que más acusan el envejecimiento de la población -numerosas patologías de la vista y de los huesos se asocian a la edad- y, según información oficial, ahora asumen el trabajo con cuatro facultativos menos en sendos servicios.
La ausencia de un único especialista impacta en los datos, como evidencia Dermatología, donde la lista de espera ha caído en un año en más de un 43% debido a una conjunción de factores entre los que entra la recuperación de personal. A estos se añaden las derivaciones a San Juan de Dios desde junio y la aplicación de la «teledermatología», que evita consultas presenciales y derivaciones desde Primaria. Así, ha pasado de liderar las demoras con 6.522 consultas atascadas a finales de septiembre del 2022 a registrar 3.684, que siguen siendo muchas, pero la gerencia confía en mantener la buena evolución.
Otro servicio con falta de personal es Cirugía Plástica, donde la lista interanual no solo se incrementa un 30%, sino que multiplica por mucho las demoras que registra la especialidad en la región: 3.653 citas pendientes en el HUBU, pero entre 57 y 83 en los otros hospitales públicos de la Comunidad.