No es la primera vez que se elige Burgos como ciudad pionera en la puesta de marcha de servicios administrativos novedosos. Ahí tenemos los ya veteranos ejemplos del D.N.I. electrónico o la Oficina Judicial, con resultados -eso sí- muy distintos. Lo último en llegar a la capital ha sido el examen teórico de conducir a través del ordenador, implantado desde el 31 de octubre y que ya han realizado un centenar de burgaleses. Se trata de un nuevo sistema de evaluación que sustituye a los antiguos test de papel por una pantalla táctil para la que no es necesario tener conocimientos de informática.
Las autoescuelas burgalesas recibieron a mediados del mes pasado la notificación oficial que informaba de la instauración de este método de evaluación. Por el momento, con apenas ocho días de experiencia, los primeros resultados avanzan que el número de aprobados es similar al de los del anterior sistema, según explica el presidente de la asociación que agrupa a estas empresas, Miguel Martínez, que, sin embargo, habla de cambios en el número de preguntas y en la preparación.
Comprender y entender
En este punto, explica que con la nueva prueba el número de preguntas que maneja la Dirección General de Tráfico asciende a 5.500, frente a las 2.700 de antes, con la intención de poder llegar a las 14.000. De igual forma, precisa que al desaparecer los libros de test el alumno se verá ‘obligado’ a acudir más a las clases teóricas con el objetivo de que las preguntas sobre las normas de circulación no solo se memoricen sino que se comprendan.
La Subdelegación del Gobierno no ha querido facilitar ninguna información al respecto, remitiéndose a una presentación del proyecto en «próximos días» a los medios de comunicación. La nueva metodología se ha implantado también en Soria y Valladolid, dentro de la comunidad de Castilla y León, y en otras ciudades como Cádiz, Madrid, Barcelona, Cantabria y Ciudad Real. En el caso de la provincia burgalesa su instauración se circunscribe a la capital, mientras que en Aranda de Duero y Miranda de Ebro se sigue con el método tradicional. La intención de la DGT es que el sistema esté funcionando en toda España a finales del próximo año o en el primer trimestre de 2014.