El Burgos CF se lame las heridas tras el revolcón de Huesca, pasa página y ya piensa en el Espanyol, ante el que confía mostrar su mejor versión. Las mejores noticias para Jon Pérez Bolo son la vuelta de los tres sancionados Appin -ya trabaja con el grupo tras jugar con Martinica-, Atienza y Fer Niño, así como el convencimiento de que Aitor Córdoba estará recuperado de su esguince de tobillo después de perderse por lesión el duelo de El Alcoraz.
En ningún momento ni el cuerpo técnico ni el vestuario usaron la ausencias como justificación de lo ocurrido en tierras aragonesas el domingo, aunque lo cierto es que la vuelta de futbolistas como Appin, Atienza o Córdoba añaden potencial a la contención blanquinegra, mientras que la presencia de Fer Niño aumenta las posibilidades en ataque.
El Burgos se rearma para recibir al que es el transatlántico con mayúsculas de la categoría. El Espanyol figuraba en todas las quinielas para ser el dominador de la Liga Hypermotion, aunque por el momento el conjunto periquito no ha acabado de carburar, ya ha destituido a dos entrenadores y sus resultados no se corresponden con su plantilla y presupuesto.
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Por otro lado, la venta de entradas para el partido del viernes -El Plantío, 20:30 horas- ha tenido un ritmo excelente desde que se sacaron a la venta la pasada semana. A tres días de que se celebre el partido entre el cuadro castellano y el catalán quedan 600 tickets por vender. Con estos datos, pasar de los 10.000 espectadores se podría dar por seguro en circunstancias normales, aunque en el club prefieren ser cautos y es que el choque se disputará en plenas vacaciones de Semana Santa y pueden ser muchos los abonados que no puedan acudir a la cita. Pese a todo, el ambiente parece asegurado y se volverá a estar cerca de colgar el cartel de 'No hay billetes'.
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