El campo continúa las movilizaciones en la calle para defender que sus explotaciones vuelvan a resultar rentables y ayer la concentración se realizó ante el Servicio Territorial de Medio Ambiente de Burgos para exigir una ley de fauna salvaje debido a que «hay una población descontrolada y se tiene que hacer algo». La «invasión» de conejos, topillos o corzos se ha convertido en un problema más para este sector y por ello instan a la Junta de Castilla y León a tomar medidas contundentes cuanto antes.
«Tenemos un gran problema con la fauna salvaje que afecta a la agricultura y a la ganadería, con la invasión de topillos, conejos, corzos, jabalíes...», dijo David Martínez, presidente del grupo de la asociación independiente de Agricultores y Ganaderos de Burgos. Además, avanzó que este año -para el por ahora se espera una buena cosecha de cereal- habrá una gran cantidad de topillos en el campo, con los numerosos problemas que eso genera. Desde el sector se ha criticado duramente al Gobierno desde que el 6 de febrero arrancaron las movilizaciones en la provincia, pero la Junta tampoco se libra y tiene trabajo por delante.
Se habló de la mala gestión para controlar al jabalí o al corzo, que hacen «mucho daño» a las tierras cultivadas y también transmiten diversas enfermedades. «Medio Ambiente está pasando totalmente del sector agrario, no hace nada, el corzo está haciendo mucho daño a los ganaderos y en Burgos estamos matando vacas por problemas de saneamiento y no han erradicado la enfermedad, por lo que es un problema de la administración y no nuestro», manifestó Gabriel Delgado, secretario general de UPA. «Se gestiona todo a nivel nacional y regional, aquí no nos tienen en cuenta», aseguró, mientras propuso una mesa de diálogo a nivel provincial para solucionarlo.
Susana Pardo, presidenta de la UCCL, comentó que en Navarra se ha llevado a cabo un estudio para conocer qué se puede conseguir a través de quemas controladas. «Se descubrió que con estas quemas se controlan las plagas y dentro de la Ley sí hay una excepción que te lo permite, que por plagas de este tipo se puede hacer, pero en Castilla y León hay un juez que siempre lo deniega», argumentó, por lo que cree que se debería trasladar ese estudio científico a la región. También se criticó la Ley de Montes, ya que «no puede ser todo monte, que empiecen a definir lo que es». Por otro lado, se mostró preocupación por la presencia del lobo en puntos de la provincia donde antes no había aparecido.
Diego Saldaña, coordinador de Coag, comentó que también supone un inconveniente para muchos agricultores el hecho de que la página web de la Junta resulte «poco accesible y muy anticuada», lo que dificulta -especialmente a las personas más mayores- realizar algunos trámites básicos. «Para solicitar permisos queremos que dejen utilizar el papel o que haya más facilidades en la web», insiste.
Renovables. Una de las grandes quejas del sector agrario se centra en que las energías renovables cada vez se 'comen' más terrenos de cultivo y desde Medio Ambiente se facilita que eso ocurra. «Cualquier ganadero que quiera poner una granja se tiene que ir a una gran distancia del pueblo y por tema de impacto ambiental se impone pintar la nave de un color que no llame la atención... pero luego te plantan 200 hectáreas de espejos negros y eso no tiene impacto ambiental, le dan la declaración de utilidad pública y si no estás de acuerdo te lo expropian porque parece que sin esa energía no podemos vivir», defendió David Martínez.
La protesta realizada ayer se trata de la última programada en la provincia por las organizaciones agrarias -UCCL, Asaja, UPA y Coag- y el grupo independiente, pero no se descarta que haya más de cara a las próximas semanas.