La crónica social que acompañó al relato de la jura de la Constitución por Leonor de Borbón con motivo de su 18 cumpleaños puso de relieve, sobre todo, el impecable traje blanco que lució la heredera, que recordaba impepinablemente al Adolfo Domínguez con el que su madre cautivó a medio país en la pedida de mano, allá por 2004. También se habló de la austera coleta de la joven princesa, que tuvo que ser resituada en varias ocasiones por sus padres tras los vaivenes de la colocación del collar de la Orden de Carlos III que le impuso el Gobierno. Pero quizás pasaron más desapercibidos los sencillos y elegantes pendientes que lució.
Era el modelo Sasa Crawler Tanzanita de la firma de joyería Gold&Roses, que codirige la burgalesa Hannah Rodríguez, que se mostró muy emocionada porque una de sus piezas participara en una jornada histórica como la del 31 de octubre. De oro rosa, diamantes y tanzanitas, la joya cuesta 1.855 euros y es descrita así en la web de la firma: «Sasa (en swahili 'ahora') simboliza a través de la tanzanita el anhelo de nuestra generación: vivir intensamente cada momento como si nunca fuera a terminar». Gold&Roses trabaja de acuerdo al código del Responsible Jewelry Council, un estándar de sostenibilidad y prácticas éticas en el ámbito de la joyería.