Casi el doble de resonancias aplazadas por «criterio médico»

G.G.U. / Burgos
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Marzo terminó con 879 estudios acumulados por decisión de los profesionales, frente a 471 en 2023

El HUBU tiene más pruebas diagnósticas pendientes que hace un año, pero en algún caso reduce la demora media. - Foto: Patricia

El aplazamiento de pruebas diagnósticas por decisión de los médicos del HUBU -«aplazamiento clínico»- es creciente, como evidencian los últimos datos oficiales disponibles, con fecha de finales de marzo y en los que se aprecia mayor acumulación por decisión profesional en los cuatro tipos de estudios más demandados: TAC (escáner), resonancia magnética, ecografía y mamografía. Sin embargo, el incremento más llamativo de pruebas acumuladas por esta razón se produce en las resonancias, donde el HUBU casi duplica en un año: de 471 atascadas a finales de marzo del 2023 a 879 en mismas fechas de este año. Y, en cambio, Sacyl afirma que solo hay 12 resonancias pendientes a causa de los medios y recursos del HUBU.

Este periódico ha tratado de saber en diversas ocasiones la razón de esta desproporción, que no es nueva ni exclusiva del complejo asistencial de Burgos, pero sí más llamativa cada trimestre. Porque en el primero de este año, de un total de 919 resonancias pendientes en el HUBU, Sacyl solo se atribuye responsabilidad en una docena, pero justifica la demora de 879 en el «aplazamiento clínico» y otras 28 en el «aplazamiento voluntario».

El problema es que no se detalla qué supuestos determinan el retraso por razones médicas (podría ser una contraindicación por algún tratamiento o cirugía, por ejemplo) ni en los datos oficiales ni tampoco al paciente, que las más de las veces recibe una carta con una cita muy a largo plazo y susceptible de ser modifica en cualquier momento sin explicación alguna.

En estos casos de retraso por criterio de los profesionales los pacientes tienen que esperar, siempre según información oficial, una media de 152 días; los mismos que el año anterior, a pesar de la diferencia de pruebas acumuladas entre sendos cierres de trimestre. Si el aplazamiento es por voluntad del paciente, la demora media se prolonga a 281 días, que son tres meses más que a finales de marzo del 2023, cuando solo había 4 estudios pospuestos por voluntad propia. Ahora, como ya se ha indicado, son 28 y la espera media, algo más de nueve meses.

Lo llamativo es que Sacyl afirma que la demora media para la docena de estudios pendientes que se atribuye es de 28 días, cuando este periódico ha constatado que pacientes oncológicos con necesidad de una resonancia para valorar la evolución de su cáncer han conseguido ahora una cita para dentro de dos meses y previa reclamación en Atención al Paciente. Si no, la fecha de la cita excede con mucho los 28 días de media.