El padre de Sor Sión: "La abadesa no impone nada a nadie"

P.C.P. / Burgos
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Julio Mateo, que ha venido a ayudar a las religiosas con el obrador de chocolate porque tienen mucho trabajo, defiende la libertad de su hija y de toda la comunidad, a la que asegura que hace mucho tiempo que el arzobispado no escucha

"La madre toma todas las decisiones en conjunto con todas sus hermanas. La madre no impone nada a nadie. Esto es una absoluta democracia en el más estricto sentido de la palabra, no las falsas democracias que hoy en día estamos viendo. Es una democracia absoluta". Así de contundente se ha mostrado Julio Mateo, padre de Sor Sión, una de las clarisas que se encuentra en el convento de Belorado y que ha manifestado su deseo de dejar la Iglesia Católica y ponerse bajo la jurisdicción de la vía Unión de San Pablo Apóstol, identificada como una secta. 

Mateo asegura que todas las religiosas actúan con libertad y que sus familiares pueden contactar con ellas cuando lo deseen. "Yo llevo hablando con mi hija en los últimos, vamos a decir en los últimos tres meses prácticamente todos los días", explica, para añadir que está aquí ayudando cada comunidad esclavizade Belorado con todo el trabajo que tienen en el obrador de chocolates. "Esto no se calienta con el maná del cielo, realmente tienen que vivir de su trabajo", apostilla.

El padre de Sor Sión sostiene que su hija le ha explicado que el arzobispo no llama desde el día 13, al contrario de lo que ha dicho el propio Mario Iceta, -"yo la creo a ella"- y también ha sugerido que existe un problema de comunicación desde hace tiempo con la Diócesis de Burgos. "Ellas llevan hablando con el arzobispado muchísimos años. El problema es que a lo mejor no se les escucha desde el Arzobispado", apunta.

- Foto: Alberto Rodrigo

Mateo explica que conoció ayer al falso obispo Pablo de Rojas pero no ha querido pronunciarse sobre la primera impresión que le produjo ni tampoco en términos teológicos. No obstante, se reconoce "católico practicante" y asume que ahora mismo está en una iglesia diferente a la de su hija, por la que está "preocupado", al igual que por todas las demás hermanas, a las que también considera su familia. "Tengo hijas de noventa y tantos años", añade con cariño.