Pague lo que me debe ilustrísimo Cabildo o ayúdeme con lo mío

I.L.H. / Burgos
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El archivo del templo gótico presenta 2.000 documentos de entre 1441 y 1572 relativo a peticiones de todo tipo, desde solicitudes de pago de Diego de Siloé, Vigarny, Juan de Vallejo o Arnao de Flances a limosnas, dotes matrimoniales, alquileres, etc.

Emilio Domingo, de la Fundación Círculo, y Félix Castro, presidente del Cabildo, han firmado el convenio para continuar la catalogación del archivo del templo gótico - Foto: Alberto Rodrigo

La firma de un nuevo convenio entre la Fundación Círculo y el Cabildo de la Catedral, que se ha rubricado esta mañana, permitirá al equipo del archivo seguir con la catalogación e informatización de los documentos que conserva el templo gótico. A esa labor pertenece el último tomo que acaban de publicar y que engloba 2.000 documentos de entre 1441 y 1572 que se encuentran encuadernados en tres libros forrados en pergamino.

En ese libro de peticiones originales aparecen reflejados todos los estamentos sociales y se refieren a una gran variedad de temas. Por ejemplo, están las solicitudes de pago por obras efectuadas en la construcción de la Catedral que realizan creadores como Diego de Siloé, Felipe Vigarny (que también exigirá una ración para su hijo José, "por los favores prestados'"), el maestre Hilario, Alonso de Sedano, Juan de Vallejo o Arnao de Flandes, entre otros.

Las hay también que hacen referencia a la caridad y a la petición de ayudas económicas, la dotes matrimoniales de aquellas mujeres que sus familias no podían aportar, sobre alquileres y arreglos en aquellas casas propiedad del Cabildo, iglesias que pedían contribuciones a la Catedral para las reconstrucciones de sus templos, etc. "Es interesante porque se ve la trazabilidad de los asuntos tratados, desde que se pide la ayuda hasta que se resuelve siguiendo el rastro en la catalogación del archivo", ha mencionado el archivero Fernando Arce.

Entre las curiosidades que han mencionado las trabajadores del archivo Esther Pardiñas, María Jesús González y Tamara Pérez destaca la diferencia en la escritura si quien se dirigía era una persona analfabeta que echaba mano de un escribano o un noble o persona de un estamento social elevado. Las diferencias se notan en la redacción, por supuesto, pero también en el uso de fórmulas de cortesía. Muchas solían concluir con un 'besa las manos y los pies de su ilustrísima'.

En ese enorme listado de solicitudes aparecen historias curiosas como la pugna entre la iglesia de San Cosme y la Catedral por saber quién debe enterrar y asumir los costes por la muerte de un peregrino peruano que falleció en Vega. O una condesa de Hungría que pide limosna para poder regresar a casa porque su marido es preso de los turcos. O el maestre Hilario, que trabaja en la Escalera Dorada, y pide que el Cabildo pague el salario de los oficiales, porque con lo que a él le da no llega ni para el carbón. O la firma de un tal Lope de Rueda, que vive en el barrio de La Merced, y pide limosna. "No podemos saber si se trata del literato, pero estaría bien que algún investigador indagara en ello", ha manifestado Esther Pardiñas.