Las comparaciones resultan odiosas y aunque Miranda ha frenado la sangría en su población, hay termómetros que muestran que las vacas flacas aún continúan presentes. Uno de los indicativos con los que se detecta esta realidad es la vivienda, que a orillas del Ebro no despega, mientras que en Aranda de Duero calculan que entre las promociones activas y las proyectadas, incorporarán a su parque durante los próximos años 420 pisos a estrenar. El número resulta impensable en el norte, donde hay activas dos construcciones, una en el PR-1 y otra en la calle Máquina de Vapor, pero poco más puede sumarse, explican en el sector, en un contexto en el que los altos precios frenan a los compradores, que cubren sus necesidades en la segunda mano.
En las inmobiliarias de Miranda ven el horizonte sin grandes cambios, «aunque el mercado está un poco raro», reconocen en Kar, donde a pesar de los problemas de escasez de inmuebles que ha podido ocasionar en la Ribera la actualización de su Plan General de Ordenación Urbana, asumen que las empresas de referencia en Aranda cuentan con un gran potencial, mientras que a orillas del Ebro, el cierre de las grandes fábricas aún se percibe en el sector. «Aranda vive un momento comparable al que pudimos vivir nosotros», asumen.
En sus oficinas han comercializado una promoción que aún no está activa, en un solar en el cruce de la calle Vicente Aleixandre y Ciudad de Vierzon. Ahí, levantará cinco alturas para otras tantas viviendas, de las que «nos quedaría el primero», dentro de esta primera fase. Aun así, nombran este caso casi como el único ejemplo, «porque no hay más», aclaran. «El precio está muy alto porque la segunda tira de ello», afirman en Kar, donde reconocen que hay una escalada general, sin que la gente se decante por lo nuevo.
InmoMir suma tres años de vida en la ciudad y apuntan directamente al precio de los pisos a estrenar como freno en el sector. «Según tenemos entendido de momento en las licencias para obra nueva para el año que viene solo hay una», lo que demuestra que no se relanza la construcción, aunque el dato se incremente en los próximos meses. Cuando empezaron su actividad, «había 800 pisos disponibles y ahora hay 400, por lo que la oferta ha bajado un poco, y aunque aguanta, la demanda es muy alta», explican en su oficina de Ramón y Cajal, donde reconocen que «ejemplos de 60.000 o 70.000 euros te duran un día».
Los materiales de construcción también motivan la subida de precios y aunque en las dos inmobiliarias afirman que la gente prefiere estrenar, «ahora mismo un apartamento en la zona del PR-1 de segunda mano puede ser 145.000 o 150.000 euros, mientras inaugurar sube a 200.000», indican en InmoMir, donde añaden que «las hipotecas no están como hace años».
Rehabilitación. Al margen de los edificios levantados desde cero, en Miranda en los últimos años hay ejemplos de rehabilitación. En Kar, en 2022, empezaron a promocionar una cooperativa para remodelar el inmueble ubicado en la calle Concepción Arenal número 1. La casa aparece ahora en venta en portales de internet por 742.000 euros, aunque en la inmobiliaria matizan que aún no se puede adquirir, mientras se solucionen varios aspectos arrastrados desde que estaba habitado.
Otro punto en el que también parece que una rehabilitación puede dar una segunda vida a un inmueble abandonado está en el cruce entre la calle El Cid y Ramón y Cajal, en pleno centro y en una de las zonas comerciales de la ciudad. Se vació el edificio -levantado en 1960- y los promotores de la reforma trabajan en la reanudación del proyecto.