La presión fiscal acelera el declive de los autónomos

G. ARCE / Burgos
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Comercio, hostelería, industria, construcción y agricultura pierden afiliados desde hace una década, mientras que el trabajo por cuenta propia aflora en sanidad y educación, como alternativa a las carencias de los servicios públicos básicos

Los negocios vinculados a la salud y el servicio a las personas están aumentando en los últimos años. - Foto: Luis López Araico

La economía burgalesa roza el pleno empleo en algunos de sus sectores estratégicos y alcanza récords históricos de afiliados medios al régimen general (122.800).Las convocatorias para las oposiciones públicas se llenan de miles y miles de aspirantes y, para colmo, cada vez hay más puestos de trabajo para menos candidatos por el declive demográfico. Ser autónomo, con todos los riesgos y sacrificios que ello conlleva, no está de moda y prueba de ello es que a finales de este verano se ha alcanzado la cifra más baja de afiliados medios al mes por cuenta propia en Burgos.

En septiembre de hace diez años, el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) sumaba 28.624 afiliados medios mensuales;hoy son casi dos mil menos (1.920 en concreto). Es más, la afiliación no ha dejado de descender mes tras mes en el histórico de las estadísticas de la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS).

Si el desplome no es más acusado es por el auge de una gran cantidad de actividades privadas, surgidas como alternativa de negocio a las graves carencias que arrastran los servicios públicos básicos, encabezados por la sanidad y la educación. 

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