Sigue la tensión en Revillarruz: dimiten el alcalde y 2 ediles

B.A. / Burgos
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Los concejales del PSOE -el regidor y la teniente- y uno de Vox renuncian a sus cargos en esta localidad burgalesa alegando «motivos personales»

La oposición tacha la gestión de «nefasta». La obra de la cantina ya tenía que estar finalizada y ha generado polémica. - Foto: Alberto Rodrigo

Poco ha durado la calma en el Ayuntamiento de Revillarruz, donde la polémica ha estado presente en la gestión de los últimos mandatos entre unos y otros miembros de las diferentes corporaciones. En este último caso, en un pleno extraordinario celebrado ayer por la mañana, se dio cuenta del escrito de renuncia presentado por el alcalde, Javier Higuero, y la teniente de alcalde, María Isabel Sáiz, ambos del PSOE; además de la dimisión del concejal Jesús Urbaneja, de Vox. Los tres alegaron «motivos personales» para justificar el abandono de sus responsabilidades en el Ayuntamiento. 

Las causas reales parece que se encuentran detrás de los entresijos de su gobierno durante casi el último año y medio, que desde la oposición tachan de «nefasto» y carente de información y comunicación con el resto de miembros de la corporación. La punta del iceberg, entre otros asuntos, es la rehabilitación del inmueble de la cantina, «una obra que lleva más de un mes parada, que tenía que haber concluido el 14 de octubre y que supondrá la pérdida de una subvención», confiesa Carlos Martínez, delPartido Castellano, hasta ayer segundo teniente de alcalde y ahora alcalde accidental.

El pastel quedó muy repartido en Revillarruz tras los últimos comicios municipales. El PP logró 3 concejales; el PSOE, 2; Vox, 1; y el Partido Castellano, 1. Higuero se postuló como alcalde y obtuvo el apoyo de Vox y del Partido Castellano, cuatro votos a favor contando con el suyo y el de su compañera de partido. Desde entonces han estado gobernando en minoría, «aunque el concejal de Vox siempre les ha apoyado, era como uno más de ellos», detalla. 

Al principio, según Carlos Martínez, empezaron de «forma normal», pero con el paso del tiempo se comenzó «a enrarecer» el ambiente. «Fueron surgiendo mil problemas que no se quisieron solucionar. No había información ni comunicación, se hacían las cosas de una forma particular», comenta el alcalde accidental, que confiesa que se encuentran en un momento bastante «crítico y malo» y que viven «con la esperanza de poder encauzar la situación». 

Además de las tres dimisiones, al Ayuntamiento de la localidad también han llegado las renuncias de al menos los siguientes cinco concejales de la lista socialista. «Todavía queda alguno disponible en la reserva del PSOE. Suponemos que entrarán dos nuevos concejales del PSOE y otro de la lista de Vox. Cuando estén todos nombrados y con su acta habrá que elegir a un nuevo alcalde», afirma.

Ayudas en peligro. Desde el punto de vista de Martínez «no se han hecho las cosas bien» durante el mandato de Higuero. «Se han realizado con prioridades por parte de una de las personas que ha dimitido. Hay cuestiones que se han llevado a cabo con las que los demás no estábamos de acuerdo o no sabíamos mucho. Ahora en el Ayuntamiento hay bastantes problemas, se va a perder una subvención y no sabemos que va a pasar con otra», asegura. 

Una de ellas tiene que ver con los planes provinciales del año pasado y una ayuda que ronda los 90.000 euros, cantidad que se iba a destinar a un proyecto, que se solicitó transformar en otro y se obtuvo la autorización. Hace referencia a la rehabilitación del edificio de la cantina, «que tenía que estar acabada hace unos días y se encuentra al 10%», comenta en relación con esta actuación, en la que ha habido problemas con la constructora. 

«La obra comenzó meses más tarde de lo previsto porque la empresa no presentaba el aval. Empezaron a trabajar y enseguida pararon. A ver en que situación está esto, lo llevaban de una forma muy en particular, no daban explicaciones y ahora nos tendremos que enterar de como se encuentra y ver qué podemos hacer», explica Martínez, que dice esto ha afectado a la actividad en el pueblo.

Martínez lamenta que el Ayuntamiento «haya quedado deshecho» y que lo primero que tienen que intentar hacer es «cambiar el ambiente», porque el que había «era muy malo». Una vez mejorado ese entorno de trabajo, «habrá que solucionar los problemas, que hay bastantes. Se hará lo que se pueda siempre de acorde a la ley y con buena voluntad por parte de los que estemos», añade.

En lo que respecta al hasta hace poco regidor de Revillarruz, Javier Higuero, prefiere no hacer declaraciones sobre la situación. Así lo comunicaron desde su partido a nivel provincial cuando se intentó contactar con él para conocer su versión y motivos de su dimisión.