Sacar el teléfono por la ventana de la última planta de la casa y estirar el brazo a lo que dé hacia el patio. Subirse a una verja ,y en un ejercicio de total equilibrismo, apoyar el portátil en el tejado de un porche para captar alguna rayita. Salir a la calle en pleno invierno tapados con mantas y camiseta térmicas -o incluso lloviendo- para dar clases por videoconferencia.
Estas tres son algunas de las peripecias que los vecinos del Valle de Valdehumada (Las Loras), formada por nueve pueblos (Humada, San Martín de Humada, Ordejón de Arriba, Ordejón de Abajo, Fuenteodra, Villamartín de Villadiego, Rebolledo de Traspeña, Congosto y Fuencaliente de Puerta) tienen que realizar cada vez que desean conectarse a internet con ciertas -que para nada todas- garantías de que la señal vaya a aguantar medianamente bien.
Tras un sinfín de reclamaciones, cartas, reuniones y manifestación este verano incluida -ver fotografía que acompaña este reportaje- los vecinos de cuatro de los nueve núcleos urbanos (Humada, San Martín de Humada, Ordejón de Arriba, Ordejón de Abajo) han logrado por fin que Telefónica inicie en las próximas semanas el despliegue del tendido por sus calles. Sin embargo, y he aquí el problema, en las otras cinco entidades locales menores (Fuenteodra, Villamartín de Villadiego, Rebolledo de Traspeña, Congosto y Fuencaliente de Puerta) la compañía confirma a este periódico que la obra civil «se ha anulado». Es más, aseguran que «no existe fecha prevista para su reanudación» al ser requisito previo e imprescindible un «reajuste presupuestario».
Sacar el brazo, uno de los remedios. - Foto: PatriciaDe este modo, a pesar de formar parte del mismo Ayuntamiento (el de Humada) unos pueblos y sus vecinos tendrán mejores condiciones para teletrabajar o formalizar los mil y un trámites que exigen las administraciones vía online que otros. «Es algo completamente absurdo», lamenta Saturnino Ortega, alcalde de Humada y ayuntamiento que agrupa a las 9 poblaciones. «Nos parece algo completamente incongruente. ¿Cómo explico yo a los vecinos que unos sí van a poder tener fibra y otros no?», admite resignado. La denuncia llega también desde la Asociación Valdehumada Viva, un colectivo que agrupa a los habitantes del Valle y que lleva reclamando «ni se sabe los años» el despliegue de la fibra.
Un sinsentido diario. «Hay días que te tienes que marchar a Burgos para realizar trámites que solo se pueden hacer online. Es un sin sentido», explica su presidente, Nacho Martín. En el caso de San Martín de Humada, municipio desde el que teletrabaja este joven, sus vecinos se las han visto y deseado durante los últimos años para conseguir que Telefónica inicie el despliegue de la fibra. Hace ahora 12 meses que se instaló el cajetín desde el que se distribuye esta conexión, aunque no ha sido hasta la semana pasada cuando la operadora se ha puesto manos a la obra a ello. Recriminan sus habitantes, algunos de los cuales que han optado por volver a sus orígenes y trabajar de forma remota desde aquí, las innumerables excusas que han tenido que aguantar para evitar el despliegue del cableado hasta sus domicilios, lo que puede llegar a repercutir en su futuro a corto y medio plazo en el Valle.
«Eran todo informaciones contradictorias. Nos aseguraban que la instalación no está preparada», lamentan los vecinos, que iniciaron en verano una recogida de firmas para exigir una solución lo más rápida posible. Hasta ayer había superado las 600, tanto en papel como a través de la plataforma change.org, lo que da muestras del interés real que hay por este tipo de conexión a internet en todo el Valle de Valdehumada y no solo en menos de la mitad de sus núcleos.
Por su parte, Saturnino Ortega anuncia que está en conversaciones con el Ayuntamiento de Basconcillos del Tozo para presentar una queja por escrito de forma conjunta. Y es que, además de las cinco entidades de Valdehumada que se quedan sin fibra de momento, este aislamiento afecta también a Talamillo, perteneciente al consistorio vecino.