Raúl García de Haro decantó el derbi burgalés que ayer se disputó en Anduva. La puntería del delantero catalán decidió. Dos zarpazos fueron suficientes para hacer que los puntos se quedaran en casa. Todo ocurrió en 14 minutos frenéticos, en un inicio de segundo periodo que dejó tres goles de bella factura y la alegría en Miranda de Ebro.
El pichichi rojillo lo volvió a hacer. Marca las diferencias y ayer demostró que es uno de los mejores puntas de la categoría. Le ganó la partida a Córdoba en el primer gol y definió a la perfección haciendo buena la asistencia de Pinchi. En el segundo él se encargo de todo.
El golazo que anteriormente había logrado Curro se quedó en nada y es que la reacción fue tan inmediata que el cuadro burgalesista ni saboreó lo conseguido. El sueño blanquinegro está ya imposible y mirar a la sexta plaza es una utopía, mientras que el Mirandés tiene la salvación a un paso, pese a que Joseba Etxeberria recuerda que hay que extremar las precauciones. Si nada raro ocurre en los 5 partidos que quedan, ayer se cerró la temporada de unos y de otros. Lo positivo es que la próxima campaña se volverán a ver las caras en el fútbol profesional.
Fue un partido cerrado con pocas ocasiones en el que los rojillos mostraron un poder de reacción supersónico.El mazazo lo convirtieron en árnica y después de encajar un duro golpe mandaron a su adversario a la lona de dos derechazos.
(La crónica y las imágenes del derbi en la edición impresa de Diario de Burgos de hoy lunes o aquí)