No es, ni mucho menos, un museo escondido: de ello dan fe las decenas de miles de visitantes que ha recibido desde que se instalara en el elegante Palacio de Capitanía, hecho del que se cumple ahora una década. Sin embargo, quizás no sea debidamente apreciado por los burgaleses. Conseguir esa atención y ese interés es uno de los objetivos que se ha marcado el nuevo director del Museo Militar de Burgos, coronel Lorenzo Julián Benedet Caraballo. «Queremos recordar a los burgaleses que este museo es suyo; que el patrimonio que expone es suyo; que nuestros padres y abuelos han servido en las unidades, cosido sus banderas, construido los cuarteles, atendido a los heridos, fabricado las armas, luchado en las guerras, y que nosotros sólo somos los custodios y conservadores de estos bienes y que tenemos la responsabilidad y obligación de su difusión», explica Benedet.
El centro expositivo cuenta con seis salas, si bien se verá ampliado a siete a lo largo de este año, según anuncia su director: una nueva estancia que se antoja necesaria por cuanto el museo atesora numerosas piezas y quiere convertirse en un lugar vivo en el que no sólo exhibir sus elementos y muestras temporales, sino acoger charlas, presentaciones y otras actividades diversas. «Las muestras temporales han sido una constante del museo, siempre con el apoyo y colaboración del Representante Institucional del Ejército de Tierra. Hasta ahora se realizaban en el zaguán del Palacio. Esperamos que a finales de este año o principios del que viene dispongamos de una nueva sala que sirva para este cometido, y podamos aumentar así las actividades relacionadas con la difusión de la Cultura de Defensa».
El Museo Militar está repartido en seis salas temáticas, «cada una de ellas pensada y organizada minuciosamente para hacer un recorrido en el que Burgos y los burgaleses, las unidades emblemáticas como el regimiento San Marcial y sus cuarteles, como el de San Pablo, se vuelven protagonistas», indica su director. En ellas se trata especialmente la historia militar de España desde el siglo XIX a la actualidad, haciendo hincapié en la antigua Región Militar de Burgos, que siempre fue fundamental. «A través de sus piezas, algunas de las cuales se pueden 'tocar', el museo no sólo quiere mostrar la profesión y el modo de vida militar; también quiere recordar a nuestros soldados y, vivos en nuestro recuerdo, rendirles el homenaje que merecen», apostilla Benedet.
Esta prenda, llamada dolmán, perteneció al Cura Merino. - Foto: PatriciaEl Museo Militar, que ha hecho una apuesta por la inclusión y la diversidad funcional -es accesible para personas con movilidad o visibilidad reducidas-, es gratuito y dispone de audioguías en diversos idiomas. «Buscamos que al final de este recorrido se conozca un poco mejor la historia militar de Burgos y España y nos sintamos más orgullosos de ser españoles, sea de nacimiento o de adopción».
Del pasado castrense. 'Burgos, plaza militar' es el nombre de la primera sala del museo. En ella se exhiben numerosas maquetas y miniaturas, así como una espléndida recreación del cerco al Castillo que entre septiembre y octubre de 1812 realizaron las tropas aliadas al mando del general Wellington. Asimismo, en una vitrina se puede contemplar una gran 'Parada Militar', con 4.928 soldados de plomo y pinturas de fondo en acuarela de edificios representativos de las capitales de las provincias que constituían la Región Militar; entre otras piezas, hay un guiño a la 'Mili': se trata de un medidor de altura o 'tallímetro' y un bombo, elementos utilizados para el sorteo durante el periodo del reclutamiento militar de Quintos.
«El militar debe adquirir unos conocimientos que le permitan afrontar trabajos y cometidos de la más variada índole, por lo que a lo largo de su carrera recibe una formación específica en determinados campos, entre ellos el de las ciencias físicas y humanísticas, sistemas y equipos de transmisión y comunicaciones, armamento, logística, economía, sanidad...», señala Benedet en la segunda sala, donde se muestran -procedentes de diferentes parques de Artillería e Ingenieros- los progresivos avances de las nuevas tecnologías, que se reflejan con diferentes aparatos de transmisiones y de observación: las primeras centrales telefónicas, emisoras de radio y objetos destinados a levantamientos topográficos y cartográficos «que constituyen auténticos documentos históricos y joyas de museo». En la pared se ven fotografías que reflejan diferentes momentos cotidianos de la vida en el cuartel o de actividades habituales como las maniobras.
Magnífica maqueta del asedio al Castillo de Burgos por las tropas de Wellington. - Foto: PatriciaRecuerda el coronel Lorenzo Julián Benedet que Burgos fue, históricamente, una importante Plaza Militar en el norte de España. «Hoy han desaparecido muchas unidades y cuarteles que nos eran familiares y que en otro tiempo formaron parte de la vida y fisonomía de la ciudad, siendo innegable que las Fuerzas Armadas han dejado su huella en Burgos. Antiguos cuarteles, academias, hospitales, residencias y otras, tienen todavía hoy un uso militar, como el Palacio de Capitanía o el Acuartelamiento Diego Porcelos, hoy Cuartel General de la División 'San Marcial'. Otros, en cambio, se han convertido en edificios de uso público o privado». En la tercera sala hay imágenes del Cuartel del Regimiento de Caballería 'España', que ocupó los terrenos en los que ahora está el Complejo de la Evolución Humana, o de la antigua Academia de Ingenieros, ocupada actualmente por un hotel y que antes de su uso como academia fue Hospital Militar; en las vitrinas se encuentra, entre otros objetos, un cofre homenaje al teniente de Infantería Jacinto Ruiz de Mendoza, procedente del Regimiento de Infantería 'Valencia', «Se trata de un pequeño arcón de plata que contiene un saquete con tierra de la tumba de este héroe ceutí y que luego fue distribuida entre los Regimientos del Arma de Infantería de toda España».
Acciones de guerra. La cuarta sección está dedicada a los episodios históricos más recientes en los que han participado soldados españoles dentro y fuera de nuestras fronteras, así como a la labor que hoy realiza el Ejército. Así, se exponen elementos de la Guerra de la Independencia y las Guerras Carlistas, como un estupendo retrato al óleo de Juan Martín, El Empecinado, y el dolmán (prenda de Húsares) del brigadier Jerónimo Merino Cob, conocido como 'El Cura Merino'. Retratos de burgaleses en Cuba y Filipinas (entre ellos, el de Marcelo Adrián Obregón, natural de Villalmanzo y uno de los conocidos como 'Últimos de Filipinas', recuerdos de la época del Protectorado, de la Guerra de Ifni, banderas, documentos y armas de la última Guerra Civil(1936-1939).
Igualmente, piezas notables de artillería, como un cañón capturado al Ejército francés durante la Guerra de la Independencia, y el mortero 'Príncipe de Asturias', que estuvo en servicio durante la Primera Guerra Carlista. Desde 1992, el Ejército español participa en misiones para la seguridad y el mantenimiento de la Paz bajo el mandato de la ONU y otros organismos internacionales. «Y aquí recordamos al teniente Arturo Muñoz Castellanos, primer militar español componente de una misión internacional de paz fallecido en acto de servicio en Bosnia y Herzegovina en 1993, y a la cabo Idoia Rodríguez Buján, primera militar española fallecida en acto de servicio en Afganistán en 2007».
En la penúltima sala se puede contemplar la evolución de las armas de fuego cortas y largas; entre éstas, destacan los fusiles de chispa, de percusión y trabucos utilizados en la Guerra de la Independencia y en las Guerras Carlistas, así como mosquetones, carabinas, rifles y ametralladoras». Se muestra, también, el juego de pistolas con el que dirimían sus cuitas quienes se retaban a duelo y vitrinas que muestran el despiece y componentes de cada uno de los modelos y se exhiben colecciones de pistolas y revólveres de dotación militar de diferentes épocas; también hay fusiles de asalto utilizados por el Ejército español, desde los Remington, Mauser y Cetme al HK actual.
Tres exposiciones. La última estancia es «la más cargada de simbolismo, porque permite descubrir la evolución de la enseña nacional a través de las banderas y estandartes que enarbolaron diferentes unidades asentadas o vinculadas con Burgos o su Región Militar». Avanza el coronel Benedet que en los próximos meses el Museo Militar acogerá tres exposiciones. La primera, que se inaugurará en mayo, procedente de los fondos del Servicio Militar de Construcciones sobre planos de Burgos y su provincia; la segunda, proyectada para el mes de octubre, lleva por título 'El legado español en los Estados Unidos de América', sobre la historia común del nacimiento de aquel país; y la tercera, para enero de 2025, 'Mi Burgos a mano alzada. 100 dibujos', de Luis Cembranos. Alaba el director del centro le encomiable labor que desarrolla cotidianamente la Asociación Cultural de Amigos del Museo Militar de Burgos (recientemente reconocida por el Instituto de Cultura e Historia Militar-Ejército de Tierra), que entre otras cosas participa en numerosas recreaciones históricas y militares en España y en Europa.
*Museo Militar de Burgos. Palacio de Capitanía. Plaza Alonso Martínez (entrada por calle Concordia).Entrada gratuita. Horario: de lunes a viernes, de 10,00 a 14,00 y de 17,00 a 20,00 horas; sábados: de 10,00 a 14,00 horas Domingos y festivos, cerrado.