El joven de 19 años detenido hace unas semanas en Briviesca por yihadismo llevaba muchos años en el punto de mira de las fuerzas de seguridad. Desde muy niño, había manifestado una ferviente fe religiosa que, junto con diferentes episodios violentos intrafamiliares, pusieron en alerta a las unidades de información. La Brigada Central se ocupó de su caso y hace un par de meses vieron que se estaba radicalizando más de la cuenta. Llegó incluso a amenazar con atentar en su pueblo. Es por eso que decidieron detenerle para llevarle ante la Audiencia Nacional, que ordenó su ingreso en prisión.
El historial delictivo de este individuo se remonta a cuando era menor de edad. Nacido en Burgos, aunque de familia marroquí, llevaba mucho tiempo dando problemas a la Policía Local del municipio y también a la Guardia Civil. Cuando tenía 15 años, y después de una serie de episodios violentos, varias patrullas se presentaron en su domicilio por un caso de maltrato a sus hermanas. En su arresto, incluso agredió a los agentes de la Benemérita que intentaron reducirle.
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