La patronal del ferrocarril pide más apoyo para el Directo

I.M.L. / Aranda
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Más allá de los innumerables estudios, que no llevan a ningún sitio, el presidente de la Asociación de Empresas Ferroviarias insta a «llevar al Ministerio un proyecto concreto de todo el núcleo empresarial»

La conversación del primer panel de expertos de la noche sirvió para ver la reivindicación por el tren Directo desde los más variados puntos de vista. - Foto: I.M.L.

Todavía hay una esperanza, y muy fundada, para que los trenes vuelvan a circular por la vía del Directo. Un planteamiento que pasa por «dejar de marear con tanto estudio» y buscar un acuerdo de cooperación entre el ámbito privado y el público. Esta es la línea de trabajo que marcó ayer el presidente de la Asociación de empresas Ferroviarias Privadas, Juan Diego Pedrero, en su exposición en el panel de expertos que analizó los grandes corredores logísticos y el papel de Aranda de Duero y su comarca y provincia en el futuro del transporte de mercancías. Una ponencia que centró gran parte del programa del Día de la Empresa organizado por FAE Asemar, la patronal arandina y ribereña.

Partiendo de la poca esperanza que Pedrero verbalizó en que ADIF fuese a invertir a medio plazo en la infraestructura de la línea de Madrid-Aranda-Burgos, animó a las empresas a involucrarse, «y eso se hace con financiación». «Hay que ser proactivo e ir a contarlo donde se tiene que contar, pero me da la impresión de que nadie va a regalar nada en este sentido», analizó la situación actual, para reivindicar que esta provincia «no se puede quedar desconectada de los grandes corredores». «Si miramos el mapa, se ven las dos grandes líneas, como si fuesen dos arterias, y aquí un vacío, con un capilar pequeño, y eso no puede ser», puso Pedrero como metáfora visual.

Para evitar que se perpetúe esa imagen, desde la patronal ferroviaria se animó a seguir luchando por la reapertura del Directo. «Es posible, pero la cuestión es si estamos todos convencidos para ponernos de acuerdo en qué proyecto llevar al Ministerio, que tiene que incluir la demanda del núcleo empresarial, incluyendo operadores ferroviarios y autoridades portuarias», animó Pedrero, insistiendo en que «la alternativa es la creación de un consorcio público privado, no hay otra manera». 

En vez de volver a encargar el enésimo estudio para valorar la viabilidad de las posibles inversiones, el presidente de las empresas ferroviarias privadas lo dejó claro. «¿Quieren conocer la potencialidad de esta línea? No tienen más que ir a la autovía A-1 y ver el tráfico de camiones que hay», sentenció de manera directa.

Una visión, la de la apuesta clara por la necesidad de reactivar este corredor central, en la que coincidieron sus compañeros de debates, como la jefa de Desarrollo de negocio de la Autoridad Portuaria de Valencia, Cristina Rodríguez, que reiteró el apoyo de su entidad a la reapertura de esta línea férrea por considerar que tiene «muchísimo potencial para la exportación y la importación». «El 70% del tráfico de mercancías que sale desde el puerto de Valencia por carretera está conectado con Madrid, pero sólo el 5% se hace por vía férrea, queda mucho por hacer», aseguró Rodríguez.

Desde el punto de vista de los operadores logísticos, Jaime Santiago, director de negocio de Ewlas Cargo Care, recordó que «el corredor central ahorraría 105 kilómetros» en las rutas de norte a sur y recordó que en 2030 habrá medio millón de contenedores cruzando el estrecho de Gibraltar hacia Europa. «¿Se soluciona el problema del transporte con lo que hay? Evidentemente no, se necesitan más y mejores infraestructuras», aseguró.

Desde el punto de vista más local, pero con perspectiva mundial, el director de la factoría arandina de Michelin, Carlos Abril, defendió que «conectar la fábrica con la vía férrea es una operación clave para el desarrollo de otras alternativas», destacando que «la posición de Aranda la hace clave como plataforma logística para distribuir productos a todo el país», para lo que la reapertura de la línea Madrid-Aranda-Burgos sería la mitad de la solución intermodal necesaria para «optimizar costes y reducir la huella de carbono que deja el transporte por carretera».