La portada románica del Paseo de la Isla ha entrado en la UVI y su diagnóstico es muy grave. El pórtico que perteneciera a la iglesia de La Llana de Cerezo de Río Tirón presenta un estado de degradación tan grande que hasta los expertos de reconocidas instituciones españolas relacionadas con la restauración consultados desde las asociaciones Cerasio y Amigos del Románico, que siempre acusaron de su rampante deterioro a las tareas de limpieza realizadas durante la reforma del parque en el año 2011, se echan las manos a la cabeza. No es para menos, a tenor de éstas. 

En una carta remitida el pasado verano al Ayuntamiento de Burgos, se incluían dictámenes como estos: «Es uno de los casos más flagrantes de destrucción del patrimonio, casi al nivel del Ecce Homo de Borja»; «Los valores históricos y artísticos se han perdido, ha sido arrancados, masacrados y robados a las generaciones venideras»; «Ha quedado dramáticamente mermada en los valores que atesoraba y, lo que es peor, expuesta a un proceso de degradación en el corto-medio plazo al que de ninguna manera, repito, de ninguna manera estaría expuesta si no hubiese sido objeto de tan inexplicable intervención»; «La ‘limpieza’ ha dejado visible la estratificación de la piedra, perdiendo todo rastro de trabajo de la superficie»; «La pérdida de relieve muy probablemente se debe a la limpieza por proyección, especialmente si la superficie estaba ligeramente disgregada o el operario no era muy hábil. No es un mal método de limpieza si se sabe utilizar, pero es tremendamente peligroso si no se controla la presión, la distancia y el ángulo de trabajo». Hay más afirmaciones como ésta. Demoledoras todas.

Por este motivo, desde las asociaciones Cerasio y Amigos del Románico urgen su traslado inmediato al Monasterio de San Juan, que será su nuevo emplazamiento por decisión del Ayuntamiento de Burgos. «El traslado de la portada se hace todavía más necesario, puesto que buena parte de la escultura ha sido despojada de la capa externa de la piedra y de la copiosa policromía que conservaba, y con ello ha perdido el principal elemento que la protegía de los agentes meteorológicos», explican en la citada misiva. Miembros de este colectivo presentarán este viernes a la opinión pública su postura y las oportunas explicaciones ‘in situ’ sobre la degradación del ilustre arco románico.

«Pensamos que el grave y lamentable deterioro de la superficie escultórica de la portada no es consecuencia sobrevenida con posterioridad a dicha restauración, sino que fue el resultado directo e inmediato de las tareas que se ejecutaron en el transcurso de tan deficiente operación», señalan.En este sentido, han confeccionado una serie fotográfica comparativa. «La comparación de las fotos realizadas en 1931, en abril de 1995, en mayo de 2009 y en abril de 2010 permite comprobar cómo en todo este periodo, aunque se observa cierto grado de degradación, se conserva en un estado relativamente aceptable la superficie externa de la talla y de los abundantes restos de policromía negra, blanca y roja. En las fotos realizadas inmediatamente después de la restauración, en mayo de 2011, y un año después, en julio de 2012, se comprueba una alarmante pérdida de la superficie escultórica y de la policromía que cubría las tallas. Entre 2011/2012 y 2014 no se aprecia un cambio significativo, aunque sí que se observa una degradación excesiva, para el tiempo transcurrido, en algunas piezas reintegradas de los fustes de las columnas o en algunos cimacios», destacan en su informe.

 

Sospechas. En este sentido, consideran que las evidencias del análisis comparativo realizado con las fotografías «nos llevan a pensar que en el informe de restauración se ha ocultado voluntariamente el daño infligido a la escultura de la portada. Es decir, a la incompetencia a la hora de aplicar los tratamientos adecuados».