La residencia de San Miguel del Monte da por controlado su primer brote de coronavirus tras detectar siete positivos. La primera señal de la enfermedad llegó tras el positivo notificado por el Santiago Apóstol cuando una de las ancianas ingresó en el hospital. Tras saltar las alarmas, se hicieron los controles a los residentes y una vez se ha chequeado el estado de todos ellos, se han encontrado otros seis contagios, aunque en el centro remarcan que todos están aislados y no presentan síntomas de la enfermedad.
La mujer hospitalizada se esperaba que este martes recibiera el alta médica porque su estado de salud permitía el traslado. De hecho, en la residencia indican que «en condiciones normales no se la hubiera derivado pero al estar en medio de una pandemia se consideró oportuno». Gracias a esta medida se localizó el primer brote de covid en esta instalación dependiente de la Diputación de Burgos, que hasta ahora había estado libre de coronavirus.
El número de ancianos contagiados no se espera que ascienda y en el caso de las trabajadoras, las más cercanas ya se han sometido a varios controles, y en todos, los resultados apuntan a que no se ha producido transmisión. De todas formas, para garantizar el cumplimiento de los protocolos, Diputación ha reforzado la plantilla para cubrir varios puestos en los que había necesidades.
Para ello se han sumado tres auxiliares de enfermería y otras tantas personas de limpieza que atenderán, entre otros zonas, la reservada para el aislamiento de los enfermos de covid, donde se ubican los ancianos contagiados y en la que también se instalará la mujer con la que se percataron del brote.
Por parte de la residencia remarcan que aunque no se habían contabilizado positivos durante la primera ola, esta zona «siempre ha estado habilitada», por lo que se han tenido que dejar plazas libres. San Miguel del Monte cuenta con 99 camas, aunque en estos momentos la cifra de usuarios es de 78. La presencia de la enfermedad ha frenado temporalmente dos incorporaciones, ya que la normativa indica que con la presencia del virus no se pueden incorporar personas. Una vez desaparezca la covid entraran las dos personas, aunque todavía se contará con margen ya que no se completará toda su capacidad.