El concurso extraordinario de traslados y el proceso de estabilización de personal con años de interinidad en centros sanitarios públicos ha permitido que Sacyl reduzca a la mitad las plazas de médico vacantes en la provincia con respecto a las mismas fechas del 2023: de 272 a 140, según datos oficiales de la Consejería de Sanidad recién publicados. Eso no significa que en Burgos haya ahora tantos puestos facultativos sin cubrir, sino que no están ocupados por personal fijo, con la condición de estatutario -el equivalente a funcionario en Sacyl- y, por tanto, quedan disponibles para próximos procesos de estabilización de personal.
Es decir, que serán las plazas que podrán convocarse en el próximo concurso de traslados o en las distintas ofertas públicas de empleo (OPE) para cada especialidad, para intentar cubrirlas con profesionales interesados en ejercer en Burgos. Mientras tanto, Sacyl intenta garantizar la asistencia que debe prestarse en esas consultas con contrataciones temporales, lo cual conlleva inestabilidad. Y este problema es el que la Consejería de Sanidad quiere evitar y de lo que, sin embargo, adolece esta provincia.
Porque los datos indican, al menos sobre el papel, que las vacantes se han reducido en un año a la mitad, pero también es cierto que sobre una plantilla global de 1.146 médicos el hecho de que 140 carezcan todavía de titular estatutario supone que más de uno de cada diez despachos se atienden con personal temporal (el 12%).
También es significativo que la caída de un año para otro ha sido posible por el 'atractivo' de la Atención Primaria y del HUBU, que lideran la reducción de las vacantes, pero no sucede lo mismo en los hospitales de Aranda y Miranda, donde apenas hay variación de un año para otro. Es decir, en el Santos Reyes había en 2023 trece vacantes de médico y, ahora, doce. Y en el mirandés Santiago Apóstol se ha bajado de 23 a 16.
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