Pablo Valcarce era un jugador imprescindible la pasada campaña. Junto con Juanma formó una pareja temible durante la mayor parte del curso y el peso ofensivo del equipo recayó sobre sus espaldas y las del sevillano. Acabó con 10 dianas y como máximo artillero del equipo.
Fue insustituible para Julián Calero. Jugó 38 encuentros ligueros y fue titular en 36 de ellos. Acumuló casi 3.000 minutos sobre el terreno de juego y se convirtió uno de los futbolistas más utilizados por el cuerpo técnico.
Esta campaña comenzó también como uno de los fijos en el esquema blanquinegro, aunque la alta competencia que existe en las posiciones más adelantadas han provocado que haya ido perdiendo protagonismo con el paso de los partidos. Pese a todo, es un jugador que sigue muy metido en la dinámica de equipo y que ha participado en 18 de los 20 encuentros ligueros que ha jugado el equipo en liga, aunque con un papel más secundario sobre todo en las últimas jornadas.
Ahora le puede llegar una buena oportunidad de acabar el año reivindicándose. Para el partido ante el Huesca de este domingo -El Plantío, 19.00 horas- ni Gaspar, ni Bermejo podrán estar sobre el terreno de juego, por lo que el berciano parece una de las alternativas con más opciones para comenzar de inicio ante la escuadra oscense.
Este curso aún no ha marcado, pero ha estado muy presente en varias dianas que ha logrado la escuadra blanquinegra, así como ha dado dos asistencias, ambas a Gaspar.
En este último choque liguero del año puede tener los minutos que le han faltado en los últimos partidos. Bien por el excelente momento en el que se encuentran algunos de los compañeros con los que comparte posición o por circunstancias del partido, ha tenido escasas oportunidades. Ha comenzado en el banquillo los 5 últimos encuentros y contra el Eibar no llegó a saltar al terreno de juego.
Es un jugador con gol, muy incómodo para los rivales entre líneas y que sabe asociarse para crear peligro en las inmediaciones del área. Fue una pieza fundamental en la temporada de vuelta del Burgos al fútbol profesional y su propósito es regresar a ese mismo nivel para poder aportar al equipo su granito de arena.