La posibilidad de que el estudio de Renzo Piano construya un nuevo estadio para el Burgos CF y lo avanzado de las negociaciones del actual consejo de administración con un grupo inversor sudamericado para venderle parte de su accionariado, han provocado que el foco informativo se centre en el club blanquinegro. El entorno muestra su sorpresa por el importante proyecto del campo y cruza los dedos para que acabe en las manos adecuadas. No olvidan que la entidad vive el mejor momento de su historia moderna y tienen el temor de que estos movimientos provoquen un paso en falso que tenga una repercusión negativa en el ámbito deportivo.

Juan Carlos Barriocanal, expresidente blanquinegro, y Mikel Aurreko, quien vistió la camiseta blanquinegra durante once temporadas, tienen opiniones muy similares sobre el proyecto del estadio. El hostelero señala que  es «sobredimensionado para las necesidades del club», mientras que el portero habla de un propósito «demasiado ambicioso». No obstante, Barriocanal defiende que sería «beneficioso para la ciudad».

Juanjo Martínez, vicepresidente de la Federación de Peñas del Burgos, habla de algo «positivo», aunque entiende que la prioridad de los mandatarios debería centrarse en  «la cantera y sobre todo el filial y el juvenil».

Es Edu Vélez, exjugador y extécnico burgalesista, el que apuesta por una opción diferente, ya que la de Renzo Piano no la acaba de ver en Burgos. «Si cierran las dos esquinas y arreglan la Tribuna quedaría un estadio coqueto y adecuado para la ciudad y para el club», argumenta.

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