Cinco días duró el cautiverio de un vitoriano en un domicilio de la capital burgalesa. Su secuestrador era un conocido, de nacionalidad española pero nacido en Paraguay, que le prestó una cantidad importante de dinero para invertirlo en bitcoins y contó con la ayuda de su madre para poder retenerle hasta recuperarlo. Las investigaciones de la Policía Nacional permitieron descubrir el lugar en el que lo mantenían oculto y liberarle. Se encontraba bien, pero algo desaliñado, por lo que fue trasladado al HUBU. El juez ha mandado a los dos capturadores a prisión provisional.
Víctima y secuestrador se conocieron hace unos meses. Al parecer, el joven vitoriano, de 24 años, llevaba un tiempo invirtiendo en bitcoins y, para recuperar su inversión y las ganancias, se veía obligado a seguir pagando dinero en lo que a todas luces parecía una estafa piramidal. Es por eso que solicitó ayuda a varios amigos, que no quisieron saber nada. No obstante, le pusieron en contacto con el a la postre detenido, a quien convenció para sumarse al supuesto negocio con una cantidad cercana a los 10.000 euros.
El tiempo pasaba y no sólo no obtenía el beneficio prometido, sino que tampoco podía recuperar el dinero que había invertido. Hace unos días, el 13 de septiembre, el secuestrador, que ya buscaba presionarle, le convenció para que viniera hasta Burgos. Una vez aquí, le pidió el dinero y, ante la negativa, le encerró en una habitación de una vivienda cerca de Hacienda con la ayuda de su madre. Además, le amenazaron con que conocían a personas que podían hacerle mucho daño tanto a él como a su familia.
(Más información, en la edición impresa de este viernes de Diario de Burgos o aquí)