Hace tiempo que en la jurisdicción social perdieron la cuenta de las veces que el Consejo General del Poder Judicial ha negado la creación de un cuarto juzgado que dé respuesta a un volumen de asuntos muy por encima de la ratio que deberían asumir. Ni el refuerzo de una cuarta magistrada que asume parte del trabajo ha podido contener un atasco que se venía cociendo desde hace años pero que, a día de hoy, parece incontrolable. 

La ley de estabilización de empleados públicos impulsada hace casi tres años ha provocado que las demandas de despido se multipliquen para complicar aún más una agenda que está completa hasta marzo del año que viene.

Habitualmente los tres juzgados burgaleses de la jurisdicción social ingresaban del orden de 600 demandas de despido cada año. Pero en 2024, esta cifra se disparó hasta los 1.014, lo que supuso un 60% más que en años anteriores. Una subida que confirmó una tendencia muy al alza del número de asuntos que soportan estos órganos y, por tanto, de los que terminan quedando pendientes pese a que el porcentaje de resolución sea cada vez más elevado.

¿Y a qué se debe este incremento de las demandas de despido? Desde los juzgados de lo Social de Burgos apuntan que a raíz de la Ley de Estabilización de Empleo Público, que entró en vigor hace tres años y que se ha ido ejecutando progresivamente en todas las administraciones para cumplir con los plazos previsto, el personal laboral que prestaba servicio en el ente público ha impugnado sus ceses tras haber visto ocupada su plaza. Es decir, que los interinos que perdieron su puesto acudieron en masa a los tribunales para intentar resolver su situación.

Pero no es la única cuestión que ha generado esta tormenta perfecta en Reyes Católicos. Las magistradas titulares advierten de que aún se mantiene una situación de crisis económica que se ve reflejada en las demandas de despido. La situación de colapso ha obligado a adoptar medidas excepcionales para poder hacerla frente. Entre otras cosas, se ha aumentado el número de señalamientos de vistas para que los asuntos no se demoren en exceso. Aun así, ya se están dando fechas a un año vista, cuando hasta hace no mucho no sobrepasaban los seis meses.

(Más información, en la edición impresa de este martes de Diario de Burgos o aquí)