La Audiencia había programado para este lunes el juicio contra los dos jóvenes que dieron una paliza a un celador del HUBU de 50 años al que causaron la muerte. Sin embargo, en estas últimas semanas acusaciones y defensas han mantenido varios contactos dirigidos a cerrar un acuerdo que muy probablemente se produzca el martes, día al que se ha trasladado la vista por una posible conformidad entre las partes. En su escrito original la Fiscalía había solicitado 25 años de prisión para los dos acusados, A.A.O. y V.E.A., por un delito de asesinato, ya que consideraba que los acusados actuaron con alevosía y de manera premeditada. Pero es muy posible que las penas de prisión se rebajen si hay pacto definitivamente.
Los hechos ocurrieron la madrugada del 18 de junio de 2022 a la altura del número 37 de la calle Vitoria. La Fiscalía recogía en su escrito de calificación -que tendrá que variar sustancialmente si se llega al acuerdo- que todo ocurrió entre las 3:25 y las 5:00 horas de aquel 18 de junio. La víctima, Juan Cruz B.M., de 50 años, conoció a otro hombre de edad similar en la zona de las Bernardas. Ambos abandonaron este lugar aproximadamente una hora después y se fueron en dirección hacia la calle Vitoria. Fue entonces cuando se cruzaron con los dos acusados.
En ese momento, y debido a su estado de embriaguez, Juan Cruz trataba de sentarse con la ayuda de su acompañante en uno de los bancos redondos de hormigón situado a la altura del número 37 de la calle Vitoria. A.A.O., de 21 años, y V.E.A., de 20, ambos carentes de antecedentes penales, se percataron de que, por detrás, se acercaban la víctima y su amigo. Según indica el Ministerio Público, volvieron sobre sus pasos y esperaron a que les adelantaran para quedarse detrás de ellos. Acto seguido, se quitaron las camisetas y se las pusieron sobre la cabeza para cubrirse la cara con ellas. Los dos procesados abordaron a la víctima y comenzaron a golpearle en la cabeza. Primero fue A.A.O y después V.E.A. quien propinó un nuevo puñetazo. La agresión provocó que el celador del HUBU se golpeara la parte de atrás de la cabeza contra el banco de hormigón, sin que en ningún momento pudiera responder a la agresión debido al grado de intoxicación etílica que presentaba (2,87 gramos de alcohol por litro de sangre). Tras quedar tendido en el suelo, los acusados huyeron del lugar. Juan Cruz falleció allí mismo por una hemorragia intracraneal e intramedular y por un politraumatismo cérvico-facial. Estaba soltero y en el momento de su fallecimiento vivía con sus padres. Tenía, además, un hermano.