Protagonista de una intervención de película hace ocho años

Ó.C.-A.B. / Miranda
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El mirandés arrestado por encadenar y agredir a una mujer es un viejo conocido de la Policía. En 2015 retuvo durante 14 horas a una menor y cumplió una condena de 6 años de cárcel por los delitos de detención ilegal y abuso sexual

En el operativo participó el cuerpo de operaciones especiales. - Foto: Patricia

Miranda contuvo la respiración en diciembre de 2015. Primero por la desaparición de una niña de 9 años y después por la intervención para detener a J.M.G., quien retuvo durante 14 horas a la menor. Una tarde y una noche enteras a las que puso fin cuando la liberó a las 8 de la mañana. A partir de ese momento actuó la Policía Nacional, la Local y la Guardia Civil, aunque llegaron a participar una decena de efectivos del Grupo de Operaciones Especiales (GOES), equipados y con armas de asalto. Una escena de película en medio de una situación de gran tensión entre dos familias, la de la menor Alicia Pargaray Berrio y la del secuestrador.

A las puertas de su vivienda se agolpó una muchedumbre con ganas de venganza, aunque finalmente no hubo altercados. Para entenderlo, hay que mencionar al pastor evangelista de la Iglesia Evangélica de Filadelfia, quien colaboró con el operativo y medió tanto entre los clanes como con el secuestrador.

A pesar de su papel y la de los mediadores de la Policía Nacional, la entrada en la vivienda se hizo con orden judicial y por la fuerza a las 13.35 horas. Antes, se habían cortado los suministros de gas, por lo que tras forzar la puerta, los GOES procedieron a su arresto.

J.M.G. cumplió una condena de seis años de cárcel por los delitos de detención ilegal y abuso sexual de la menor.