Aunque la intervención en las bóvedas de la iglesia de Santa María la Real de Sasamón parece estar encarrilada, con la decisión de intervenir de urgencia solo en estas estructuras para poder instalar el centro de interpretación del Medievo, correspondiente al proyecto Cuatro Villas de Amaya, paralizado desde este verano al detectarse problemas en aquéllas, no avanza al ritmo que desea el propio alcalde y los regidores de las otras tres localidades, Melgar, Villadiego y Castrojeriz, máxime porque la musealización de estos últimos centros está finalizada y a la espera de su apertura que, por ahora, sigue sin fecha.
El último episodio se escribió en la comisión de Patrimonio celebrada anteayer; cuando lo que se esperaba era el visto bueno a la intervención en las bóvedas en base a la memoria presentada y presupuestada por el Ayuntamiento de Sasamón, los técnicos no la consideran suficiente dada la envergadura del proyecto a ejecutar en la Colegiata, por lo que han requerido más detalles de las bóvedas afectadas, así como de las modificaciones que ya se introdujeron en el proyecto del centro de interpretación hace meses y que ya fueron recogidos, como los que se refieren a la eliminación del frontón exterior, el picado de la pared frontal que pega al templo y dejar la piedra libre y limpia. En realidad, esta obra no afecta a la intervención en las bóvedas y así se entendió, pero ahora, la comisión de Patrimonio, quiere incluir todo en el mismo proyecto.
José Luis Herrero, alcalde de la villa, no oculta su decepción por estos nuevos requerimientos que lo único que hacen es retrasar la obra y con ello la puesta en marcha del proyecto de las Cuatro Villas, una iniciativa dinamizadora que los municipios esperan como agua de mayo. Además el regidor se queja de que ellos hicieron con celeridad el informe y encargaron un presupuesto a una empresa de construcción local, que ha resultado asequible y que asumiría el proyecto de las Cuatro Villas, según se manifestó, y ahora, desde la Junta se insiste en pedir más informes. Además, al parecer, las memorias sobre la intervención en las bóvedas, las tendrá que pagar el Ayuntamiento. «Esto es un cachondeo», resume un malhumorado alcalde que pide a los técnicos competentes que se pongan de acuerdo entre ellos «y si hay que hacer otra memoria, que la hagan ellos». Herrero cree que lo que se está haciendo es buscar «más complicaciones en vez de ayudar a avanzar rápido».
Más o menos de esa opinión son los demás alcaldes afectados, que hace tres semanas pedían celeridad, con la intención de poder abrir los centros antes de fin de año, teniendo en cuenta que los 6 primeros meses, la gestión estará en manos de la empresa a quien se adjudicó el proyecto, y así tener tiempo los ayuntamientos para planificar sus actuaciones de cara al segundo semestre de 2015. Ahora temen que los centros no se vayan a abrir hasta el mes de abril.