Las quejas de los policías locales sobre las deficiencias que presentan sus uniformes no han pasado desapercibidas para la Inspección de Trabajo, que ha abierto un expediente informativo en el que se está investigando en qué consisten esas carencias. La ropa de trabajo de los agentes lleva cuatro años al menos sin renovarse y algunas de las prendas -como el calzado- están tan desgastadas que constituyen un riesgo para su salud. El caso es que en el momento en que el ente dependiente de la Seguridad Social se ha puesto a trabajar en el asunto, el Ayuntamiento ha aprobado un desembolso global de unos 200.000 euros precisamente para atajar un problema que podría derivar en multa.
La Inspección ha tomado declaración a policías y mandos, quienes reconocen «graves deficiencias» en la uniformidad de los efectivos del Cuerpo, si bien coinciden en que están a punto de solventarse. ¿Llegará la nueva ropa de trabajo a tiempo de neutralizar el expediente? Depende de la paciencia de Trabajo, que no es la primera vez que se enfrenta a una denuncia de este tipo en relación a un servicio municipal. Hay que recordar que hace muy pocas fechas ha sancionado al Ayuntamiento con 6.000 euros por no haber entregado a los conductores de autobuses los uniformes con los que tienen que trabajar.
Los equipos de protección individual (Epis) de los funcionarios policiales también están siendo objeto de dicho expediente, guantes y bragas anticuchilladas y también los chalecos antibalas, si bien en este caso sí están al día. Esas últimas prendas requieren de la sustitución de las placas, pero no toca hasta 2027.
Hay que recordar que el Sindicato Profesional de Policías Municipales (SPPM) se quejó hace varios meses de la escasa inversión del Ayuntamiento de Burgos en uniformes y ropa para los funcionarios del cuerpo. Aseguraban que en los últimos 4 años no han recibido vestuario y que siempre que han preguntado al respecto han recibido la respuesta de que la partida presupuestaria «se ha perdido».
Desde el SPPM aseguran que hay policías «con ropa muy deteriorada a los que no se les sustituye la misma» y funcionarios de las últimas promociones «con solo 2 polos y un único pantalón, haciendo malabares para venir uniformados a trabajar». Es más, denuncian que compañeros que han llegado de otras provincias han tenido que «parchear» los escudos.
Por otro lado, desde el sindicato profesional se quejan de que los agentes que prestan servicio de paisano, aparte de hacerlo con su propia ropa, sin recibir ninguna compensación a cambio, «se han tenido que comprar de su dinero, fundas y material para llevar el arma u otros dispositivos, que requiere este tipo de servicios, ya que las que hay son obsoletas o inservibles para realizar los mismos».
El precedente de autobuses. El pasado mes de febrero la Inspección multó por tercera vez al Consistorio por su desidia a la hora de suministrar ropa de trabajo a los conductores de los autobuses urbanos. Un total de 6.000 euros de sanción que se quedaron en 3.600 al aceptar el pago por anticipado. El Ayuntamiento había incurrido en una infracción tipificada como «grave», según el artículo 67 del convenio colectivo del Servicio Municipalizado de Autobuses Urbanos de Burgos. Por culpa de esa dejadez municipal los nuevos trabajadores incorporados al servicio, tenían que realizar su trabajo con la ropa que traían de casa mientras que los veteranos trataban de estirar los uniformes al máximo posible hasta que cuenten con los nuevo. Mala imagen para el servicio y para la ciudad.