La Consejería de Sanidad acaba de resolver la última fase de la Oferta Pública de Empleo (OPE) en la categoría de Medicina Familiar y Comunitaria correspondiente al 2019, lo cual ha permitido que los centros de salud de Burgos ganen médicos titulares de plaza (es decir, funcionarios de Sacyl) para 62 consultas. Esto no quiere decir que hasta ahora estuvieran vacantes, sino que las atendían facultativos interinos y, por tanto, con plena libertad de marcharse en cualquier momento. Y eso es, precisamente, lo que se intenta evitar con la convocatoria de este tipo de procesos administrativos: fijar personal.
La resolución de esta ampliación de la oferta pública de empleo del 2019 evidencia, una vez más, que las zonas de la provincia con más dificultades para atraer y estabilizar médicos son las rurales. De hecho, Atención Primaria ofertaba 70 plazas y, de estas, 35 se ubican en centros de salud de pueblos: Aranda Norte (1), Aranda Rural (4), Belorado (3), Briviesca (1), Espinosa (1), Huerta de Rey (1), Lerma (1), Medina de Pomar (4), Melgar (1), Miranda Oeste (1), Miranda Este (5), Quintanar (4), Roa (1), Salas (1), Valle de Tobalina (1), Villadiego (2) y Villarcayo (3).
Todas cuentan ya con médicos titulares, dado que hay candidatos para todas las consultas. A estas hay que añadir otras cinco en la capital, cuatro en el centro de salud de La Antigua y una quinta en Las Torres, que también han sido elegidas. Al menos sobre el papel, porque una vez que la adjudicación de plaza se publica en el Boletín Oficial de Castilla y León (BOCyL), el pasado 13 de mayo, los facultativos disponen de un mes para incorporarse. Sin embargo, puede suceder que no lo hagan y que la consulta vuelva a quedar a cargo de un médico interino. Y en Burgos, esto es algo que suele suceder.
Prueba de ello es que ofertara 70 puestos en este proceso, de los cuales los 40 ya especificados en esta información tienen como objetivo estabilizar a médicos funcionarios en los equipos de los centros de salud. Pero las treinta plazas resultantes se corresponden con la categoría de Área, en la que el facultativo no tiene por qué tener un cupo fijo de pacientes en la misma consulta de un centro de salud, sino que puede moverse de uno a otro, en función de las necesidades de la Gerencia de Atención Primaria. Esta categoría ha sido polémica desde su creación en el año 2006, porque los profesionales tienen peores condiciones laborales que sus compañeros de equipo y muchas dificultades para conciliar, al tener que moverse de un centro de salud a otro; en ocasiones, con muy poco tiempo de preaviso. Estas razones sustentan ahora una amenaza de huelga, de hecho.
En todo caso, la Gerencia de Atención Primaria convocaba 30 plazas de esta categoría y ha cubierto 22 con esta última ampliación de la Oferta Pública de Empleo para Medicina Familiar y Comunitaria de 2019. Las otras ocho han quedado vacantes, por lo que volverán a quedar a cargo de facultativos interinos o con algún otro tipo de contrato temporal hasta que puedan volver a ofertarse en un proceso de estabilización de empleo público.
En la primera parte del proceso Burgos ofertó 100 plazas, todas las que tenía disponibles, y en 64 tomó posesión el médico titular. El resto, que eran todas de la categoría de área, quedaron vacantes y disponibles para la ampliación.