La UD Las Palmas rescató un punto a última hora ante el Deportivo Alavés (2-2), rival directo por la permanencia en LaLiga EA Sports 2024-2025, en un partido que el equipo amarillo perdía por dos tantos en el minuto 89.
El conjunto vitoriano se adelantó por dos veces en el Estadio de Gran Canaria, con un gol en cada tiempo, anotados por Toni Martínez (minuto 7) y Jon Guridi (minuto 63).
El delantero portugués Fábio Silva redujo la diferencia en el minuto 90 al convertir un penalti para la UD Las Palmas, y en el tiempo añadido, Alberto Moleiro firmó el empate con una gran volea.
La puesta en escena del Glorioso fue brillante, haciéndose dueño del balón ante un rival superado por la responsabilidad.
El conjunto vitoriano no perdonó en su primer acercamiento, y tras una falta y varios rechaces, un toque bombeado y sutil de Mouriño lo cazó Toni Martínez a la altura del punto de penalti con una gran volea a la escuadra; Herzog intentó salir para dejarlo en fuera de juego, pero llegó tarde y el gol fue válido.
Las Palmas tuvo una tímida reacción, primero con una llegada de Fábio Silva frente al que se cruzaron Mouriño y Abqar, y a continuación con un remate blando de cabeza de Álex Suárez, totalmente solo, tras un centro de Moleiro, pero muy fácil para un Adrián Rodríguez que no fue exigido en toda la primera parte.
La reacción amarilla se quedó en esos dos acercamientos, porque quien sí llevó peligro real fue el equipo babazorro, de nuevo con Toni Martínez como protagonista. El delantero albiazul se fue con suma facilidad de Herzog con un control orientado y disparó cruzado al poste derecho de Cillessen en el minuto 20.
Más tarde, el propio Toni Martínez, en otro pase de Mouriño muy similar al del gol, batió al portero neerlandés, pero esta vez sí estaba en fuera de juego, solo un minuto después.
El primer tiempo del Alavés fue casi inmaculado, y solo se le pudo reprochar el no haber hecho más daño a un rival muy tocado mentalmente por su delicada situación.
El entrenador local agitó el árbol tras el descanso con dos cambios. Modificó el dibujo táctico y pasó a jugar con dos puntas, con el consiguiente movimiento de piezas. Alto riesgo, pero es que no le quedaba otra al técnico vigués.
La entrada de McBurnie liberó a Fábio Silva y entre ambos generaron una jugada que Moleiro no terminó en gol por la buena parada -la primera de mérito en el partido- de Adrián Rodríguez.
También movió el banquillo Coudet, y dos de los incorporados al juego doblaron la ventaja visitante: un error de Sandro lo aprovechó Villalibre para avanzar y servir un magistral pase hacia Guridi, quien ganó en la carrera a McKenna, regateó a Cillessen y marcó a puerta vacía antes de que llegara Marvin Park.
La ventaja de dos goles suele ser traicionera para quien la tiene a favor, por una posible relajación, y casi lo sufre el Alavés en el minuto 69 en una acción en la que McBurnie se encontró el balón suelto dentro del área y su remate a bocajarro lo rechazó Adrián Rodríguez con la cara.
Pocos minutos después, el propio guardameta visitante se confió ante el ariete escocés, quien rechazó su despeje y se hizo con el balón, pero Mouriño salvó bajo los palos el remate del delantero.
El tramo final del choque parecía anestesiado, hasta que otra acción puntual, con un remate de McBurnie y unas manos de Facundo Garcés llevaron el balón al travesaño. El árbitro señaló el claro penalti que convirtió Fábio Silva de disparo raso, con ocho minutos de tiempo añadido por disputar.
Moleiro, con una gran volea dentro del área tras un balón rechazado por el Alavés, consiguió el empate in extremis, en un gol que fue revisado por un posible fuera de juego de McKenna en la trayectoria del balón, pero finalmente concedido para desesperación del Glorioso, que dejó escapar un triunfo que tenía en sus manos.