La pandemia ha supuesto un punto de inflexión para decenas de miles de burgaleses. Tras un confinamiento inédito en la historia reciente, muchos ciudadanos empezaron a ver su día a día de una forma completamente distinta a lo que venían haciendo antes de la aparición de la dichosa covid-19.

En materia puramente financiera, ese cambio de rumbo queda perfectamente palpable en cuanto a los ahorros se refiere. Los datos que registra trimestralmente el Banco de España son claros: entre diciembre de 2019 y ese mismo mes del 2023, los depósitos que los burgaleses tienen en cuentas corrientes han aumentado un 12,1%. De los 10.918 millones de euros que el organismo contabilizó hace casi un lustro se ha pasado a los 12.245 millones. Este incremento se explica en base al aumento de trabajadores que experimenta la provincia en los últimos años, la revalorización de las pensiones o la subida de los salarios -entre otros-.

El decano del Colegio de Economistas recuerda que los 6.166 nuevos afiliados a la Seguridad Social entre ambas fechas y la reducción del paro ha llevado a Burgos a registrar una de las tasas de desempleo más bajas del país. «La situación del mercado laboral de la provincia es bastante mejor que a nivel nacional», apunta Carlos Alonso de Linaje. El poderío industrial, además, influye en que el montante de los salarios sea superior al del resto del país. «El ahorro está muy vinculado a los niveles de renta, que crecen o menguan siempre a la par», indica.

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