Familia de la fallecida de cáncer estudia demandar al médico

A.C.
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La consejera de Sanidad anunció una investigación sobre el caso y pidió disculpas personalmente a la hermana de Sonia Sainz-Maza, que murió en agosto sin ser atendida en consulta presencial desde abril

Familiares y amigos de la familia Sainz-Maza acudieron el sábado a la protesta en el Centro de Salud de Espinosa. - Foto: DB

La familia de Sonia Sainz-Maza, fallecida en agosto a los 48 años de un cáncer de colón con metástasis tras cuatro semanas hospitalizada en el Hospital de Cruces (Vizcaya), estudia demandar a su médico de cabecera en el Centro de Salud de Salud de Espinosa de los Monteros por no haberla visto en consulta presencial durante tres meses desde que la pidió por primera vez el 17 de abril. En la mañana de ayer, la consejera de Sanidad, Verónica Casado, anunció el inicio de una investigación del caso, un paso que también comunicó personalmente a Lydia Sainz-Maza, hermana de Sonia y voz de la familia, quien espera que «haya asunción de responsabilidades por dejación de funciones y omisión de socorro y que se elimine la consulta telefónica, porque es muy peligrosa y se produce un gran abandono». 

La consejera, que pidió públicamente perdón a la familia «por los posibles errores», también preguntó a la portavoz de la familia espinosiega por los pormenores del caso que quiso conocer de primera mano. «No esperaba menos para una situación de estas características», señaló Lydia Sainz-Maza, quien el pasado 26 de septiembre describió con dureza el calvario que había sufrido su hermana en una carta al director de Diario de Burgos. El informe final de la investigación ante la posible negligencia del facultativo podría estar listo en el plazo de un mes o mes y medio, por lo que previsiblemente la familia espere a sus resultados para acudir a los tribunales. Antes también quiere recopilar toda la información y datos posibles, aunque sabe de antemano que «esta situación sanitaria no tiene precedentes judiciales y eso puede producir desamparo».

Sonia Sainz-Maza, que perdió siete kilos hasta quedarse en solo 45 y  toda su vitalidad, sufrió dolores insoportables en una pierna debido al avance del cáncer hacia sus huesos y vio como su piel era cada vez más amarillenta, mantuvo varias consultas telefónicas con su médico de Atención Primaria sin que éste la invitara a una presencial. Además, apenas reflejaba datos de su estado en la historia médica, a la que ha tenido acceso ya la familia, según el relato de su hermana.

Sonia Sainz-Maza, antes de enfermar.
Sonia Sainz-Maza, antes de enfermar. - Foto: DB

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