El Ayuntamiento de Burgos se ha personado en el concurso de acreedores de Prepay y planea una modificación del contrato con el objetivo de que la recaudación de las tarjetas de los autobuses urbanos, a diferencia de lo que sucede en este momento, comience a llegar a las cuentas municipales.
De momento, el administrador concursal no ha ingresado la recaudación de los autobuses al Ayuntamiento pese a que tomó el control de Prepay a mediados de septiembre (el día 18 de ese mes se firmó el auto que declaraba el concurso) y lo único que se tiene, sea mucho o poco, es la «garantía», al parecer verbal, de que el dinero de las recargas de las tarjetas de los autobuses desde esa fecha no va a formar parte de la masa concursal y se va a entregar al Consistorio.
La deuda de Prepay con el Ayuntamiento de Burgos, en la que parece que no se contabiliza la recaudación de las últimas semanas al entenderse que se va a recuperar, supera los 850.000 euros y se corresponde con recargas realizadas desde marzo de este año.
Por otra parte, López informó ayer a los consejeros del Smyt de que se está explorando la posibilidad con distintas empresas para buscar la fórmula que permita habilitar la recarga de las tarjetas desde la página web del Ayuntamiento.
Esta posibilidad, según detalló, comenzó a explorarse el pasado viernes. Es decir, después de que este periódico publicara que en la ciudad de Córdoba están trabajando desde ayer de esta manera. Lo que les ha permitido resolver el contrato con Prepay. Una medida que les permite funcionar de manera provisional hasta la entrada en vigor de un nuevo contrato.
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