Trinidad Rodríguez, gerente del Ceder Merindades, coordinador de los siete ayuntamientos por los que transcurre la Vía Verde del Santander-Mediterráneo en la comarca, admite que han pagado «la novatada del primer año» y el mantenimiento del camino natural ha sido claramente insuficiente. Si la primavera pasada se hicieron con los servicios de una empresa que decía poder afrontar el trabajo por solo 7.260 euros anuales y que acabó renunciando, ahora acaban de contratar a la empresa OPP 2002, a cambio de 49.721 euros, casi siete veces más de lo previsto inicialmente. Esta cantidad la abonan los siete consistorios en proporción a sus kilómetros de trazado.
La empresa tiene intención de comenzar a realizar el primero de los dos desbrozados anuales del contrato suscrito antes de que finalice este mes. Está a la espera de que le suministren una nueva máquina desbrozadora con brazo lateral que ha adquirido, al haber firmado un contrato de un año, prorrogable por otros 5 más, y confiar en la continuidad del trabajo.
Por contra, la primera oferta que se aceptó el pasado año, por ser la más ventajosa, contaba tan solo con un profesional que carecía de maquinaria pesada y pensaba afrontar la limpieza de las márgenes de los 60 kilómetros del camino con desbrozadoras manuales, algo que enseguida vio que era imposible, según explican desde el Ceder. Tragsa entregó oficialmente la inversión de 5,3 millones al Ceder, en representación de los municipios de Oña, Cillaperlata, Trespaderne, Merindad de Cuesta Urria, Medina de Pomar, Villarcayo y Merindad de Valdeporres, hace casi un año, el 30 de noviembre pasado, pero realizó en enero los últimos retoques de desbroce en zonas que no habían quedado del todo bien y pequeños arreglos que le reclamó el Ceder.
Poco antes de la visita que realizó a principios de mayo la secretaria de Estado de Agricultura y Alimentación, Begoña García Bernal, en representación del ministerio que ha llevado a cabo la inversión con fondos europeos, el Ceder había contratado el mantenimiento y se hizo el primer corte de la maleza aún muy escasa.
Pero en junio, la empresa ya se vio desbordada en un año con tantas lluvias y renunció. Desde entonces no se ha vuelto a desbrozar la vía verde. Desde el Ceder sostienen que les fue imposible lograr contratar a otra empresa de mantenimiento en verano, porque todas estaban desbordadas de trabajo y mientras tanto la maleza avanzaba incluso sobre el propio firme de la vía verde, donde también se han producido desprendimientos de pequeñas rocas que se acumulan sin ser recogidos en las mallas metálicas protectoras o fuera.
Desperfectos aparte. El contrato firmado con OPP 2002 incluye dos desbrozados anuales de todo el trazado y dos limpiezas anuales de desperdicios o pequeñas rocas que se acumulan, sobre todo, en las márgenes de las zonas más montañosas, las del desfiladero de la Horadada, entre Trespaderne y Oña, y la de Valdeporres. Asimismo, la empresa deberá realizar dos informes de desperfectos, pero la reparación de los mismos está fuera de los casi 50.000 euros contratados y se abonarán aparte. Del mismo modo, si los dos desbrozados resultan insuficientes, algo que dependerá de la climatología de cada año, y el Ceder con los ayuntamientos implicados deciden realizar alguno más, también se pagarán aparte. Desde la empresa de mantenimiento confían en tener limpio todo el trazado «en tres semanas, máximo en un mes».
Las obras comenzaron a finales de 2018. Iban a durar tres años, pero se retrasaron en gran medida por la pandemia y la dificultad para adjudicar la colocación de la tarima en sus 16 puentes metálicos.