Cárcel por intentar matar con una catana a un camello

I.E. / Burgos
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La Audiencia le condena, tras un pacto con la Fiscalía, como autor de un delito de intento de homicidio. La víctima del ataque sufrió un shock séptico tras resultar herida por el arma blanca en el abdomen

Los hechos se produjeron en el barrio de Gamonal. - Foto: C.C.

Atracó a un pequeño camello que pasaba droga en la zona de la Real Antigua de Gamonal y a punto estuvo el narco de irse al otro barrio por la fea herida en el abdomen que le causó el asaltante con una catana. Ahora la Audiencia, tras un pacto entre la defensa del acusado y la Fiscalía, ha condenado al agresor a tres años y medio de prisión como autor de un delito de homicidio en grado de tentativa.

Los hechos ocurrieron el 22 de mayo del pasado año sobre las 2 de la madrugada. Era la segunda ocasión en que el procesado quedaba con el camello aquella noche. En el primer encuentro, en el barrio de Gamonal, debió observar que el pequeño traficante no protegía su 'mercancía' con demasiadas medidas de seguridad, porque a la segunda decidió darle el palo y llevarse las sustancias estupefacientes que portaba pero sin darle un solo euro a cambio.

El método que utilizó el ladrón para hacer el 'vuelco' solo puede calificarse de expeditivo. Le llamó por teléfono, le tendió una emboscada en torno al número 246 de la calle Vitoria -ya casi en Juan Ramón Jiménez- y sacó una catana para hacer ver al camello que estaba dispuesto a todo para que el golpe fuera un éxito.
Pero no lo fue. El traficante se enfrentó a él, por lo que recibió varios cortes, poco profundos, en distintas partes del cuerpo. Sin embargo, una de esas heridas, en la zona abdominal, se complicó y la víctima sufrió un shock séptico por el que tuvo que ser operado de urgencia en el Hospital Universitario (HUBU). Para la curación de sus lesiones -también padeció una herida inciso contusa y una fractura de los huesos de la cara- necesitó 66 días, de los cuales 4 fueron de perjuicio muy grave; 6, de perjuicio leve y 56, moderado. Como secuelas sufre un trastorno digestivo funcional y presenta dos cicatrices  en la cara y en el abdomen, de ocho y de 16 centímetros respectivamente. La sentencia subraya que de no haber recibido asistencia médica de manera inmediata les lesiones en conjunto le hubieran causado la muerte.

Los gritos que dieron tanto el agresor como la víctima llegaron a oídos de los vecinos, que telefonearon al servicio de emergencias 112 de Castilla y León. Fueron movilizadas dotaciones de la Policía Nacional, de la Local y una UVI móvil de Sacyl. Los sanitarios atendieron a la víctima en la calle y después fue trasladada al Hospital Universitario. Las heridas que presentaba, varias pero poco profundas, parecían en ese momento no revestir gravedad pero la del abdomen se complicó y tuvo que ser intervenido de urgencia.

Las patrullas que acudieron al barrio de Gamonal peinaron la zona en busca del individuo, al que encontraron poco después todavía pertrechado con dos armas blancas, que le fueron incautadas. Fue detenido y el juzgado de guardia lo envió a prisión provisional el mismo 22 de mayo. 

Por si fuera poco, el atacante no podía portar ningún tipo cuchillo ni por supuesto catana en la fecha de los hechos, puesto que había sido condenado previamente a la prohibición de portar armas por el Juzgado de Violencia contra la Mujer. Por el delito de quebrantamiento de condena el tribunal provincial le ha impuesto una multa de 2.160 euros. Asimismo, el autor de los hechos -consumidor de droga que mermaba su capacidad intelectiva y volitiva- ya ha indemnizado a la víctima con 17.000 euros. Contra la sentencia, al ser de conformidad entre las partes, ya no cabe recurso alguno.