Apenas cuenta con 13 empadronados y más allá del verano cuesta ver movimiento por sus calles, pero en Arenillas de Villadiego estos días están viviendo una auténtica 'revolución' con la llegada de 23 jóvenes procedentes de Barcelona para rodar un cortometraje en el propio pueblo y en su entorno. Todo tiene su origen en la directora, Marta Martín, estudiante de la Escuela de la Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Cataluña (ESCAC), que decidió trasladar la grabación de su gran proyecto final al lugar donde veranea desde pequeña. Las historias personales tienen un peso fundamental en una narración que refleja la vida típica del medio rural burgalés, con la Peña Amaya como marco central, y además tienen la gran ventaja de que el vecindario se ha implicado en la causa.
La niña y la abuela colgando la ropa en un tendedero ubicado en medio del campo castellano muestra a la perfección esa vida en el pueblo. Esa se convertirá en una de las escenas que se verán en el cortometraje y que se ha rodado esta misma semana. Y para ello ha resultado esencial la colaboración de los vecinos. Desde quien les ha elaborado este clásico tendedero con maderas y cuerdas hasta quien se ha encargado de colocarles unos fardos para darle un toque aún más rural al paisaje. O desde aquellos que se han animado a participar como extras tras la presentación del pasado domingo en Villadiego hasta el propio Ayuntamiento de la pedanía que les ha cedido un amplio local para que se puedan alojar hasta el lunes, cuando el equipo concluirá el rodaje y partirá de nuevo hacia tierras catalanas.
«Esto en Barcelona no lo hubiésemos podido hacer, hemos encontrado todas las facilidades y tenemos todo al lado, aparcamos donde queremos y podemos tirar corriente eléctrica desde cualquier sitio», relata Carlos J. Mata, productor del corto. ¡Hasta un rebaño de ovejas aparecerá! Asegura que el «relax» que han encontrado en este pequeño pueblo les ha permitido trabajar a la perfección, lejos de los agobios de la gran ciudad. Eso sí, uno de los inconvenientes está siendo el tiempo, con un fuerte viento la mayoría de días, algunas gotas de lluvia o la mezcla de sol y nubes. Más complicado aún cuando se enmarcan en pleno verano.
«Estuvimos desde días antes preparando y teníamos muchas ganas de que llegaran todos, está genial ver a todo el mundo tan implicado», comenta Marta Martín, la directora. La historia beberá de vivencias personales de la propia autora, donde Ana es una niña que viaja a Arenillas después de perder a su padre y se encuentra en un lugar donde apenas tiene con quien jugar y allí conoce a otro niño con el que vivirá una aventura increíble. «Ahora estoy muy centrada y creo que cuando lleguen los últimos días sí saldrán un poco más todas las emociones, pero de momento no hemos parado», comenta Marta. El proyecto le ha permitido también volver más al pueblo y siempre que tiene vacaciones aprovecha para estar unos días.
No faltarán las escenas costumbristas ni los sonidos habituales del campo, que van desde el canto de los pájaros hasta el movimiento del cereal. Solo pueden emplear elementos naturales, por lo que en ese sentido no utilizarán edición y todo lo que se escuche procederá de este punto de Odra-Pisuerga. El corto se estrenará a finales de año en los cines Diagonal de Barcelona, se pretende llevar a algunos festivales y también se desea proyectar durante las fiestas de Villadiego.
Actores burgaleses. Al plantear la historia se pensó trabajar con actores catalanes, pero pronto se dieron cuenta desde el equipo que no encajaba con lo que realmente querían y que necesitaban a gente de la provincia de Burgos para que el espectador se situase mejor en la narración. La prueba de la prima pequeña de Marta, Inés Valverde, conquistó a los integrantes y finalmente se ha acabado convirtiendo en la niña protagonista. «Ya le he cogido práctica y no me esperaba nunca estar en un rodaje así, aunque de momento no se lo he contado a mucha gente», afirma la pequeña, que expone que lo que más le cuesta son aquellos momentos donde tiene que llorar.
Este periódico ya recogió en el mes de enero la intención de realizar el cortometaje en Arenillas de Villadiego y semanas después se informó sobre el casting que se lanzaba para buscar burgaleses. «Se apuntaron muchísimas personas gracias a esa publicación», reconocen desde el equipo. Mari Luz Sainz hace el papel de Pepi, la abuela de la niña en la ficción, y dice que su hija, que al final también la seleccionaron para participar en el corto, fue quien vio en las páginas de Diario de Burgos que necesitaban actrices. «Yo nunca había participado en nada, ni en el colegio porque me daba cosa, pero ahora le estoy cogiendo el gustillo», asegura.