La remodelación del antiguo Asador Aranda, en la Llana de Afuera, para su conversión en un centro enogastronómico como nuevo atractivo turístico para la ciudad ya tiene proyecto. La propuesta Luz pétrea, de Barrio y Cameno Arquitectos, ha resultado ganadora del concurso convocado por el Ayuntamiento al lograr la mayor puntuación frente a los otros tres estudios que participaron.
La idea es sustituir la actual fachada opaca que da a la plaza por otra conformada por una celosía de piedra y vidrio que permite el paso de la luz exterior al interior pero a su vez es un elemento de protección solar y de privacidad al verse opaco desde las vistas laterales. Además, este cerramiento logra la continuidad con la piedra del muro contiguo y mejora la conexión del edificio con el entorno.
Paralelamente, desde el interior los visitantes pueden ver la Catedral al mismo tiempo que hacen las actividades y los paseantes de la plaza observarán el reflejo del templo gótico en la fachada, lo que hace que se mantenga un diálogo entre ambos edificios.
El edificio cuenta con una celosía de piedra que respeta la monumentalidad del entorno. A la derecha, se ubicará el ascensor.El acceso al inmueble será a cota cero, lo que garantiza su accesibilidad al eliminar los tres escalones que hay en la actualidad, a través del patio existente junto al bloque de viviendas, donde también se instalará un ascensor que conectará las diferentes plantas. «Habrá un mínimo impacto en la urbanización de Fernán González y a la plaza de la Llana de Afuera recién remodelada. Hemos hecho un planteamiento con el máximo respeto al entorno y teniendo como filosofía abrir el edificio a la luz y a las vistas de la Catedral», indicó el arquitecto José Cameno.
Los arquitectos han logrado con su propuesta que la luz entre en el edificio, iluminando incluso las zonas más limitadas por la orientación y el entorno construido. También se ha aprovechado la luz del patio colindante.
En cuanto al contenido, en la planta baja se ubicará el acceso, el ascensor, la recepción, una oficina administrativa y despachos y las áreas de cocinado y de limpieza mientras que en la primera planta habrá una zona de esparcimiento y lectura y también sendas áreas de cocinado y limpieza. En la planta sótano se situará la bodega o cava, donde se dispondrán zonas de exposición y cata, un almacén, la cámara de frío y los cuartos de limpieza e instalaciones. El equipo de arquitectos se ha asesorado con cocineros para diseñar las áreas de cocina.
La planta cubierta está formada por la plaza que conforma el mirador de Fernán González, que se mantendrá como en la actualidad, aunque no se descarta mejorar la pavimentación y renovar el mobiliario urbano una vez que culminen las obras. Y es que la acometida de los materiales de construcción se tendrá que hacer a través de esta zona, dado que la que da a la Llana de Afuera tiene escaleras y no pueden acceder camiones.
El centro enogastronómico busca convertirse en un nuevo recurso turístico con el que fomentar el conocimiento, la degustación y la puesta en valor de los productos de Burgos, realizando demostraciones por parte de los productores, cocineros, enólogos y sumilleres. También se celebrarán cursos de cocina o conferencias de los ámbitos de la gastronomía y enología para su dinamización.