Se ha convertido en una costumbre lanzar todo tipo de artefactos pirotécnicos por las ventanas y balcones para dar la bienvenida al nuevo año, pero también son un elemento principal en cualquier celebración civil e incluso religiosa, especialmente bodas, sin ningún control y sin medir las consecuencias negativas que pueden tener para personas mayores, menores, enfermos, personas con trastorno del espectro autista o animales
Sin embargo, desde el Ayuntamiento se va poco a poco tomando conciencia de este problema gracias con la realización de campañas de sensibilización o por la insistencia de colectivos como la Plataforma por la Pirotecnia Controlada. Ahora la Concejalía de Medio Ambiente ha impuesto multas de hasta 100 euros para ver si de esta manera se tiene mayor cuidado, dado que el lanzamiento de artefactos pirotécnicos está prohibido si no es con autorización municipal. De este modo, en lo que va de año se han abierto 14 expedientes, la mayoría de ellos correspondientes al periodo navideño, con sanciones que van desde los 50 a los 100 euros. En este último caso se tienen en cuenta los daños causados al patrimonio o el riesgo que puede tener para las personas.
Se considera que esta multa no es demasiado elevada para disuadir de esta práctica. De manera que, aprovechando la modificación la Ordenanza de Ruidos para las Zonas Acústicamente Saturadas, se ha cambiado el artículo 15 relativo a los artefactos pirotécnicos con el objetivo de prohibir explotar petardos, cohetes o cualquier tipo de pirotecnia, salvo en el caso de tener autorización municipal. Hasta ahora la norma solo prohibía los de categoría 2 o superior (artificios de pirotecnia de baja peligrosidad y bajo nivel de ruido destinados a ser utilizados al aire libre en zonas delimitadas). Sin embargo, desde que se apruebe la ordenanza no se permitirá ninguno y si se explosionan se impondrá una sanción con multa de 600 euros.
El documento se ha aprobado inicialmente, pero se abrió un periodo de alegaciones, que se han resuelto y ahora se tiene que aprobar de manera definitiva. De hecho, el Ayuntamiento ya prohibió su lanzamiento bodas, especialmente en las que se celebran zonas del casco histórico como la Catedral, San Nicolás, San Gil o Santa Águeda.
Desde la Plataforma por la Pirotecnia Controlada celebran que se impongan multas para disuadir a quienes lanzan petardos por el daño que causan. También reclaman que en las fiestas de San Pedro se lleve a cabo una especial vigilancia y que alguna de las sesiones de fuegos artificiales sean sin ruido. «Trabajamos por una sociedad con menos ruido», indicaron.