Raúl Navarro cumple su quinta temporada en el Burgos CF. El sevillano y Aitor Córdoba son los dos únicos supervivientes del ascenso en Almendralejo en mayo de 2021. Forma parte de la historia blanquinegra, aunque en la dos últimas temporadas los problemas físicos se han convertido en un pesado lastre para el andaluz. Su particular calvario parece haber llegado a su fin y lleva ya varias semanas entrenando con el equipo, aunque su último partido data del 27 de octubre en Elche, precisamente el último de Jon Pérez Bolo en el banquillo castellano. Con Luis Miguel Ramis aún no ha debutado.
Hace solo cuatro años Raúl Navarro tuvo la difícil misión en el Francisco de la Hera de frenar a Nico Williams, quien con solo 18 años era uno de los jugadores más desequilibrantes de la antigua Segunda B y el arma más peligrosa del Athletic B, rival del Burgos en la final por el ascenso. Saúl Berjón marcó el gol, pero Raúl Navarro secó al que ahora es un de las estrellas internacionales en el mundo del fútbol.
Aquella campaña Rubén Lobato jugó como lateral izquierdo la mayor parte de los partidos, pero Julián Calero apostó por Raúl Navarro en esta posición en los dos duelos del play off. Cuando el equipo se la jugó el sevillano fue la apuesta del técnico de Parla.
Raúl Navarro fue también habitual en el regreso del Burgos CF al fútbol profesional y con Calero en el banquillo tuvo su cota de protagonismo. Jugó 74 encuentros entre la 21-22 y la 22-23, aunque fue la pasada campaña cuando los problemas físicos se cebaron con él. Poco a poco va volviendo a la normalidad.
«Cada vez me encuentro mejor», señala aliviado el protagonista, que sigue esperando una oportunidad. Habla de «buenas sensaciones» y de que cada día se siente más parte del grupo. Su discurso se centra en el colectivo y su intención no es otra que «ayudar en lo que se pueda».
Reconoce que la campaña está siendo «complicada a nivel personal» y eso que no quiere echar demasiado la vista atrás, ya que la anterior también lo fue. Se tuvo que operar de una lesión de rodilla que le impidió jugar en toda la segunda vuelta de la temporada 23-24.
«Las cosas muchas veces no salen como uno quiere. Se trabaja para estar al cien por cien, pero hay ocasiones que llegan esas lesiones que no puedes controlar y además vienen cuando menos te lo esperas. Son difíciles, más cuando son de larga duración. Lo importante es que poco a poco va todo mejor», expone el protagonista.
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