Joel Roca, la perla que vuelve a brillar

C.P. / Burgos
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Fue el jugador más joven (17 años) en debutar con el Girona en Primera. Después estuvo más de 400 días en el dique seco por una grave lesión. Ahora, con 19 primaveras, aprovecha su cesión en Miranda para volver a ser ese extremo que tanto prometía

Joel Roca (i.) celebra su tanto frente al Levante junto a Víctor Parada. - Foto: Alberto Rodrigo

Tan solo tiene 19 años, pero Joel Roca ya ha vivido las dos caras del fútbol. Probó el sabor del éxito llegando a jugar cinco partidos con el Girona en Primera División siendo todavía menor de edad y también cató la amargura de una grave lesión que le mantuvo fuera de los terrenos de juego 431 días. Ahora, trata de aprovechar su cesión en el Mirandés para volver a convertirse en ese prometedor extremo que apuntaba alto.

Joel Roca llegó a préstamo a las orillas del Ebro el pasado verano desde el Girona con el objetivo de seguir la senda de Gabri Martínez o Ilyas Chaira, dos jugadores que estuvieron cedidos en Miranda por el conjunto catalán la temporada pasada y que salieron muy reforzados. Al extremo gerundense le está costando adaptarse un poco más que a sus excompañeros y es que no hay que olvidar que viene de una campaña entera en el dique seco por culpa de una rotura en el ligamento cruzado anterior y el menisco exterior de su rodilla.

Sin embargo, con el paso de las jornadas, va reclamando poco a poco su dosis de protagonismo. Ante el Levante, salió del banquillo en el minuto 68 y fue la llave de la remontada rojilla. Anotó el gol del empate en el 87' llegando desde segunda línea y le sirvió un centro medido a Panichelli en el 93' para que completara el milagro. «Meter un gol siempre está bien, pero todo empieza por trabajar con el equipo y para el equipo. Desde ahí llegarán los goles», explicó Roca tras el último triunfo en Anduva.

El extremo catalán no está siendo un fijo para Alessio Lisci. De hecho, solo ha jugado seis compromisos ligueros como titular y en El Sardinero se llevó un chasco al no gozar de un solo minuto tras la expulsión de Tachi. No obstante, su trabajo en el día a día está siendo fenomenal y Lisci se acordó de él tras su actuación frente al Levante. «Cuando haces las cosas bien, crees en lo que haces. Me alegro especialmente por Roca y los jugadores que entran desde el banquillo. Espero que el gol pueda darle alas para demostrar todo el potencial que tiene».

Esa capacidad de crecimiento ya la vaticinó hace años Míchel, entrenador del Girona, quien antes de su lesión aseguró que Roca iba «a derribar las puertas» de la Primera División. La realidad es que desde muy pequeño, cuando estaba en la cantera del Barcelona, ya se le veía un talento especial y, cuando cambió a la del Girona, se convirtió en una de las grandes perlas del club. Su lesión de rodilla supuso un obstáculo en el camino, pero ahora está reencontrándose consigo mismo en Miranda de Ebro, una tierra donde las jóvenes promesas hallan el ecosistema perfecto para florecer.

Pies en el suelo. El chute de moral por la remontada y la segunda posición que ocupa el Mirandés en la tabla no hacen que Joel Roca pierda el foco e insiste en que la receta sigue siendo «trabajo, trabajo y trabajo» para que lleguen los resultados: «La remontada es un subidón extra, pero nosotros pensamos en el objetivo que tiene el Mirandés, que es la permanencia, y desde ahí intentar sacar los máximos puntos posibles para ver qué pasa al final de la temporada», concluyó.