El Museo del Libro Fadrique de Basilea, ubicado en la Travesía del Mercado, tiene sus días contados en la capital burgalesa, donde permanece desde 2011, cuando lo inauguró la Editorial Siloé. Tras pasar dos años difíciles, el último lastrado por la covid -cerró, volvió a abrir y de nuevo está cerrado-, en los próximos meses se instalará en Covarrubias, donde ocupará dos salas del histórico Archivo del Adelantamiento de Castilla. El Ayuntamiento está convencido de que esta es una oportunidad para potenciar los muchos atractivos de la villa y del propio inmueble, que mandó construir el rey Felipe II como homenaje a su médico particular, Francisco Valles, más conocido como Divino Valles, natural de Covarrubias, y considerado el creador de la anatomía patológica. 

La idea se ha ido madurando entre la Corporación municipal a lo largo de esa legislatura, una vez que la editorial Siloé ofreció el Museo como «regalo» a la villa, según explica su director, Juan José García. De hecho, el Ayuntamiento ya ha adjudicado a una empresa burgalesa la redacción de un estudio de viabilidad del proyecto, tanto desde el punto de vista económico para el Consistorio, como de la repercusión en la económica de la villa rachela, y a efectos de su trascendencia en los ámbitos cultural y social de villa, eminentemente turística y que recibe a lo largo del año a cientos de visitantes a los que se abre otra actividad y un espacio permanente para poder visitar durante todo el año.

Ese estudio determinará también el impacto social que una iniciativa de estas características, promovida de forma privada, tendrá en la villa. El análisis económico deberá tener en cuenta, por otra parte, que los ingresos que se deriven de la apertura del Museo tendrán la consideración de tasa pública. Además, con ese estudio de viabilidad, se trata de sentar las bases de esa colaboración municipal con la iniciativa privada que es el Museo Fadrique de Basilea para que no haya ningún tipo de flecos de cara al futuro, y a futuras corporaciones municipales.

Para el concejal Miguel Ortiz, que junto a la edil de Cultura, Ángela Olalla, ha trabajado en este proyecto, es una oportunidad para volver a poner en valor el Museo del Libro tras las vicisitudes que ha venido sufriendo en los dos últimos años. Por su parte, García recuerda que el proyecto en Burgos ha carecido de apoyo institucional, y añade que si Covarrubias lo acepta se firmará un convenio de donación del Museo a la villa.

La villa rachela, explica Ortiz, ofrece el Archivo del Adelantamiento para ubicarlo -tal y como está actualmente en su sede de la capital burgalesa-, en dos plantas; por una parte, en la primera, donde actualmente se ubica la biblioteca, que se trasladará a otro inmueble, y en la parte superior. Con ambas zonas, se considera que hay espacio suficiente para exponer todo el material de que consta el Museo de la Editorial Siloé; además de destacar que se trata de un inmueble con muchas dignidad y calado histórico para albergar un proyecto similar. «Creemos que será un plus dotar a Covarrubias del mismo y ampliar las dotaciones museística de la villa», apostilla Ortiz. 

Además, la idea es aprovechar la Sala Arlanza, un edificio anexo al Archivo, pero con entrada independiente para completar el Museo del Libro con la realización de actividades culturales y sociales. El edil explica que en dicha Sala podrán realizarse cursos, conferencias, talleres y exposiciones todo ellos relacionado con el propio Museo del Libro y el mundo de la cultura. La idea es que el estudio esté entregado en abril para firmar el convenio entre ambas partes. Ortiz añade que desde la Corporación se quiere que el Museo se abra en junio.