El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, se mostró ayer claramente partidario del funcionamiento de las centrales nucleares durante sesenta años. En respuesta a una pregunta de la senadora Amalur Azurmendi, del Grupo Mixto, quien exigió el cierre de Garoña y criticó que Nuclenor quiera operar durante sesenta años su reactor, Soria señaló que «la primera potencia mundial, que es Estados Unidos, acaba de prorrogar a sesenta años nada menos que 25 reactores que tienen la misma técnica que Fukhusima» y, por tanto, que Santa María de Garoña, es decir, reactores con el sistema de agua en ebullición.
Soria, quien en ningún caso habló de límites a que Santa María de Garoña pueda funcionar hasta 2031, como ha solicitado Nuclenor, reiteró que la decisión del Gobierno dependerá del informe que emita el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), «que es un órgano independiente», reitero. «Si el CSN determina en el informe que se cumplen todas las condiciones de seguridad para que sea reabierta dentro de un marco de inversiones adicionales, desde luego el Gobierno no va a tener ningún impedimento», señaló Soria a la senadora vasca.
Azurmendi, muy crítica con la planta nuclear, preguntó por la seguridad y la viabilidad económica de Garoña. Sobre la primera el ministro insistió en remitirse al CSN y sobre la segunda manifestó que ha de ser la empresa la que decida si es o no viable económicamente. Azurmendi preguntó «qué se esconde detrás del empecinamiento del Gobierno, qué hay detrás de las inversiones millonarias en esta central obsoleta, qué intereses hay para dar la espalda a las energías limpias». A estas cuestiones Soria no hizo ninguna referencia e insistió una y otra vez en que «tendrá que ser siempre el CSN el que dictamine si es segura o no». Asimismo, Soria le indicó a la senadora que «el Gobierno va a hacer caso a los datos objetivos del CSN y no son los que usted da», en referencia a las valoraciones que hizo la senadora sobre el problema de corrosión de algunos elementos del circuito primario o la inspección que Garoña habrá de superar para que se descarten los problemas sufridos en la central belga Doel-3.
Piden el informe al CSN
Este debate en el Senado llegaba un día después de el Ministerio de Industria, Energía y Turismo solicitase al Consejo de Seguridad Nuclear que emita un informe sobre las condiciones de seguridad de Garoña y sobre la solicitud de autorización de explotación presentada por Nuclenor el pasado día 27 para operar hasta 2031. El CSN confirmó ayer a DB que la petición del Ministerio ya había sido registrada en este organismo regulador del parque nuclear español, pero a ello no quisieron añadir más detalles.
El ministro Soria ya señaló la pasada semana que el CSN podría tardar «no menos de un año» en emitir este exhaustivo informe. En Nuclenor ayer mantenían que no han tenido ningún contacto con el CSN en estos días y que se mantendrán a la espera de si el regulador requiere documentación adicional a la ya presentada. Mientras tanto, continuarán con «el objetivo de hacer bien las cosas como hasta ahora».
Teniendo en cuenta el tiempo que transcurrirá mientras el CSN emite su informe y el tiempo necesario para ejecutar el volumen de inversiones que está previsto que el CSN reclame a Garoña, es muy probable que el reactor nuclear del Valle de Tobalina no arranque hasta 2016, en caso de obtener un informe favorable y la autorización de Industria.