El desenlace de la crisis de Siro vivió ayer una maratoniana jornada cargada de nervios y tensión después de conocerse que los fondos de inversión Afendis y Davidson Kempner –los que se retiraron la semana pasada– han presentado una nueva y mejorada oferta para garantizar la viabilidad del Grupo Cerealto Siro y los 1.500 puestos de trabajo que dependen de él en Castilla y León. Una propuesta que la ministra de Industria y Comercio, Reyes Maroto, se encargó de transmitir durante una reunión a los representantes de los trabajadores de la galletera y que al cierre de esta edición no había concluido. Y es que el encuentro arrancó pasadas las 21.30 horas debido a que los miembros del comité de empresa se reunieron primero con el Ejecutivo regional y el presidente de Siro en la Consejería de Economía, desde donde partieron en un microbus fletado por la Delegación del Gobierno hasta la capital de España para reunirse con la ministra Maroto.
Reunión en el que el Gobierno de España trasladó la oferta al comité de empresa y a la propia compañía, después de «72 horas de intensos trabajos» por parte de la ministra de Industria, Reyes Maroto, tal y como aseguró la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones. «Vamos con la idea de estar las horas necesarias hablando y negociando tanto con el propio Ministerio como con los socios inversores hasta alcanzar un acuerdo», reconocieron a Ical miembros del comité de empresa que viajaron hasta Madrid, y que reconocieron que «la Junta y el presidente de Siro no tenían ninguna oferta que trasladar». «Iremos al Ministerio a escuchar porque es donde está la propuesta y el futuro de nuestras familias», aseveró el presidente del Comité de Empresa de Siro en Aguilar de Campoo, Alfredo Alonso, que aseguró que desconocían «ningún término de la oferta» y que lo único que se les había trasladado es que «los fondos de inversión son los mismos y están en disposición de presentar una nueva oferta» al conocer la iniciativa del comité de empresa de «renegociar el plan».
«Nuestra obligación es trabajar para que no se pierda capacidad productiva en Castilla y León para que no se pierdan empleos, para que todo se realice en las mejores condiciones», insistió la delegada del Gobierno, Virginia Barcones, al salir de la reunión en Valladolid, quien explicó que la ministra tenía una agenda, además internacional, y no habían convocado a prensa a la reunión a la que convocaban porque consideran que hay que hacerlo con discreción. «Quien ha estado hablando con el inversor, quien ha estado realizando los trabajos propios ha sido el Gobierno de España y por eso es el Gobierno de España quien tiene la oferta del inversor», resumió Barcones.
Por su parte, el consejero de Economía y Hacienda de la Junta de Castilla y León, Carlos Fernández Carriedo, destacó que en la negociación con Siro «había un grupo inversor que se había retirado y ahora ha vuelto», aludiendo a la reunión de este miércoles que, en su opinión, sirvió para que se haya «vuelto a las negociaciones». Apuntó así que «hoy estamos mejor que ayer» dado que, hasta la reunión mantenida este miércoles por el presidente de la Junta con los trabajadores, «había una rotura de la interlocución, un grupo de inversión se había retirado y había una oferta que no se podía mejorar».
Confusión y cruce de llamadas antes de la reunión
La jornada de reuniones de los representantes de los trabajadores de Siro arrancó cargada de dudas y cruces de llamadas después de que, a las puertas de la Consejería de Economía y Hacienda pasadas las 17.00 horas –cuando estaban convocados– el Ministerio les llamara para que viajaran de forma urgente a Madrid porque había una nueva oferta del grupo inversor. La delegada del Gobierno, Virginia Barcones, se encargó personalmente de trasladar esta información con la propuesta de viaje hasta Madrid a los miembros del comité de empresa, donde les esperaba un autobús fletado por la Delegación para trasladarles a la reunión ministerial.
De hecho, los representantes de los trabajadores de Siro incluso llegaron a subirse al microbús dispuesto para viajar hasta Madrid sin reunirse con el Gobierno autonómico, pero finalmente bajaron y participaron en la reunión convocada por la Junta. Todo ello después de que la alcaldesa de Aguilar de Campoo, María José Ortega, llamase al presidente Alfonso Fernández Mañueco, para que hablara con los trabajadores y les comunicara que la reunión seguía adelante aunque hubiera otra en Madrid, a la que más tarde acudieron.