Admite errores en su gestión, pero culpa sobre todo a la pandemia y la crisis que ha provocado sus problemas en el Burgos CF. Y esos problemas económicos han precipitado su marcha y la llegada de la sociedad Yucon Business al consejo de administración del club burgalés. Antonio Caselli ha puesto fin a sus dos años en el Burgos Club de Fútbol. Deja al equipo en Segunda División pero también con una importante deuda de seis millones de euros. Desde el pasado mes de octubre el dirigente argentino tuvo problemas para asumir los pagos en el club y recurrió al grupo Yucon Business, que finalmente se ha quedado con el Burgos tras comprobar que Antonio Caselli no podía responder a sus obligaciones económicas.
¿Cómo se siente tras abandonar el Burgos CF?
La sensación es difícil de expresar. Por un lado hay tristeza porque se acaba una etapa. Amo esta ciudad y el Burgos ha calado hondo en mi corazón y en el de mi familia. Vine con mi hijo Franco con un compromiso de ascender al Burgos en dos años y lo hemos logrado. Eso es muy difícil y para conseguirlo hay que entender de fútbol. Hemos tenido una gestión con muchos errores pero también con muchos aciertos. Cuando contratamos a Michu era un proyecto, nadie lo conocía y sin embargo hoy ya es una realidad y le deseo toda la suerte del mundo.
Pero no es la despedida que usted esperaba, marcharse después del ascenso.
Claro que no. El hombre propone y Dios dispone. Es el momento justo, empresarios burgaleses se quieren hacer cargo del club. Fueron socios nuestros en todo este trayecto y les deseo mucha suerte. Yo hubiera querido seguir y llevar en cinco años al Burgos a Primera División.
¿Qué ha pasado para producirse esta despedida?
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