Esta mañana la plaza del Rey San Fernando se ha vestido de gala para recibir a las cerca de 7.000 personas que han aportado un ramillete de flores en la ofrenda a Santa María la Mayor. De una en una han ido entrando por el arco de Santa María y, gracias a una cadena de 80 voluntarios, se ha ido llenando de color la estructura metálica que sirve como soporte de este anagrama final.
Una figura de un 70 lleno de pétalos granates y un conjunto de tonos amarillos y morados han ido pintando un mosaico al que han contribuido unas 100 agrupaciones burgalesas. Cada una con un color distinto y perfectamente organizadas han dado colorido también con el sonido de sus charangas. Rubén, rey de la peña Los Pitufos, lleva los 23 años que tiene como socio y en esta ocasión lo ha vivido de una forma muy especial. "Es un orgullo muy grande, estoy muy contento".
Pese a que el cielo amenazaba lluvia no ha terminado de romper y ha permitido que los casi 30.000 ramilletes se colocasen en su sitio con una temperatura agradable. Algo en lo que coincidía Rosa, que veía desde la primera fila todo el transcurso del evento. "Vengo a verlo todos los años y esta vez me he traído a mi familia", declaraba.