Un edificio tan inmenso y casi milenario que ha estado en permanente evolución suele ser una caja llena de sorpresas, de tesoros que han permanecido ocultos durante siglos. Las obras de rehabilitación realizadas en la Catedral en los últimos veinte años lo han puesto de manifiesto. El templo ha revelado numerosos hallazgos de manera imprevista; elementos de todo tipo que no se conocían y que han visto la luz para agrado del Cabildo. «Han sido muchos los descubrimientos», asegura Agustín Lázaro, que hace memoria para resaltar los principales. Dos sarcófagos románicos que estaban en la capilla de San Enrique incrustados en una ventana.«Parecían lápidas y eran los sarcófagos de los dos primeros hijos de Alfonso VIII, que fueron enterrados en la Catedral porque no estaba aún construido el Panteón de Las Huelgas».
La Capilla de los Condestables también guardaba dos espectaculares joyas. «Al hacer la limpieza general se quitaron los muebles y nadie dio en principio importancia a uno.Resulta que en su interior estaba el paño rico de tapar los sepulcros de los Condestables. Y el propio armario era obra de Diego de Siloé». Asimismo, fueron descubiertas las claves de esta catedral dentro de la Catedral que es la Capilla de los Condestables.
En el año 2005 fue descubierto un hermoso mural sobre la vida de San cristóbal, una pintura al temple datada de mediados del siglo XIV y de importantes dimensiones: nada menos que ocho metros de altura. Aunque había perdido su estado original, puesto que era una pintura policromada, se distinguía perfectamente la silueta del gigantesco santo. Curiosamente, junto al mural se hallaba colgado el enorme lienzo que reproduce a San Cristóbal, obra que Pedro Reoyo pintó en 1677, lo que permitió deducir que el Cabildo de la época quiso seguir honrando a este santo cuando la pintura al temple fue ocultada por una reforma. También se hallaron los murales de la capilla de San Juan de Sahagún así como la bóveda entera, que estaba encalada, y resultó que era policromada, al igual que la de Santa Ana.
los bienes muebles. La reforma de la Catedral ha sido integral, y desde el Cabildo quieren subrayar que esto ha significado también la rehabilitación de todos sus bienes muebles, que son muchos y de enorme importancia. Así, como recuerda Agustín Lázaro, se ha llevado a cabo la limpieza de más de 120 pinturas -tabla, lienzos, paredes-, muebles, esculturas, retablos, vidrieras... «Algo realmente impresionante», concluye.