La Culebra mira hacia delante con desánimo dos semanas después

SPC
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La zona afectada trata de reponerse al desastre medioambiental con la puesta en marcha de medidas urgentes para garantizar agua de calidad y alimento a las explotaciones ganaderas

Exterior de una vivienda afectada por el incendio de la Sierra de la Culebra (Zamora). - Foto: Efe

Hace dos semanas los rayos de una tormenta seca originaron un devastador incendio en la sierra de la Culebra de Zamora que, según las últimas estimaciones provisionales, ha arrasado entre 25.0000 y 30.000 hectáreas, un desastre medioambiental que ha dejado mucho desánimo entre los vecinos de la zona que, sin embargo, solo pueden mirar hacia delante y tratar de recuperar la zona. El ánimo entre los vecinos sigue siendo bajo. «Vamos poco a poco. La gente mira la sierra y hay tristeza porque han vivido de esto toda la vida, están aquí desde niños y es una pérdida muy grande», explica a Efe Lorenzo Jiménez, alcalde de Villardeciervos, quien trata de transmitir optimismo entre los vecinos porque «lo que nos queda ahora es ir a mejor y tenemos esperanza».

Dos semanas después, la zona afectada trata de reponerse a este desastre medioambiental con la puesta en marcha de medidas urgentes para garantizar agua de calidad a los habitantes de los municipios afectados y alimento a las explotaciones ganaderas, mientras las labores para su completa extinción continúan.

Controlado desde el pasado 24 de junio, agentes medioambientales, cuadrillas terrestres y autobombas realizan labores de vigilancia y de control de los puntos calientes o con peligro de reactivación en la zona, que ya ha sido declarada como gravemente afectada por una emergencia de Protección Civil, lo que se conoce coloquialmente como 'zona catastrófica'.

La Junta de Castilla y León ya ha aprobado un fondo de 35 millones para la recuperación y el Gobierno central, en una primera partida de urgencia, ha destinado de dos millones. Las actuaciones más inmediatas que se han puesto en marcha en los trece municipios afectados, tanto de la Sierra de la Culebra como del valle del Tera, se han centrado en controlar la calidad del agua para consumo humano y en el envío de alimento para las cuarenta explotaciones ganaderas y otros cuarenta apicultores que se han visto afectados, aportadas, en muchos casos por las propias organizaciones agrarias.

«Impotencia»

José Manuel Soto, uno de los ganaderos de la Sierra de la Culebra, de la localidad de Cional, y responsable comarcal de la organización agraria COAG, asegura que la sensación es de «desánimo e impotencia» porque «se han perdido muchas cosas» además de pastos: árboles, madera, producción de castañas y setas en una zona que era rica en boletus, y, en definitiva, «el hábitat en general». En este sentido, se muestra crítico con los responsables de la Junta de Castilla y León porque considera que «fallaron muchas cosas» en la gestión del incendio y que hubo falta de medios para controlar las llamas.

«Si al menos valiera para que aprendieran la lección y actúen de otra manera cuando tengamos otra desgracia y no sea una barbarie como ha sido esto, pero tenemos la impresión de que todo sigue igual y ha sido una más», lamenta el ganadero zamora.