la hostelería se empeña en coger velocidad de crucero tras las turbulencias de los últimos tiempos, aunque no resulta sencillo alcanzar el listón dejado antes de 2020. Superado el efecto negativo de la pandemia, el sector capea ahora el impacto inflacionista y se prepara para una campaña navideña ilusionante.

Aunque aún calientan motores, los restaurantes toman posiciones para sacar el máximo rendimiento al tramo final del calendario. Las primeras reservas ya están anotadas y tanto las cenas de empresas como las reuniones de amigos y familiares aumentarán al máximo la actividad de los establecimientos a partir de la última semana de noviembre.

Esa es, al menos, la perspectiva inicial. Enrique Seco, vicepresidente de la  Federación de Empresarios de Hostelería y presidente de la Asociación Burgalesa de Restaurantes, Cafeterías y Bares augura una ocupación media del 80%. Una cifra que crecerá hasta alcanzar el lleno en las fechas más fuertes coincidiendo con el puente de la Constitución y el fin de semana del 15 de diciembre. 

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