11 cuadrillas 'abren' el Camino a peregrinos y senderistas

R.E. MAESTRO / Villafranca M.O.
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48 trabajadores contratados por la Junta y la Diputación durante seis meses limpian cunetas y arreglan el mobiliario de los pueblos. La Ruta Jacobea y la Vía Verde, dos puntos claves que se mejorarán

Los peregrinos agradecen su labor a los operarios. - Foto: Luis López Araico

Una cuadrilla formada por cuatro trabajadores ya se encarga de abrir el paso a los peregrinos que realizan el Camino de Santiago y su labor se agradece especialmente, puesto que la vegetación dificulta circular por diversos tramos. El desbroce y limpieza de la ruta -así como el recolocar las señales- ha comenzado por el entorno de San Juan de Ortega y Villafranca Montes de Oca, pero las tareas se extenderán por toda la provincia con el fin de que los romeros no encuentren dificultades y evitar así incendios o a la aparición de víboras. El denominado Plan Montel, que desarrollan la Junta y la Diputación, ha arrancado en el medio rural burgalés con 48 empleados divididos once grupos que, además de la Ruta Jacobea, llegan a otros puntos esenciales como la Vía Verde.

Las once cuadrillas se encargan de trabajos de desbroce, jardinería y otras obras de acondicionamientos de espacios -como parques, fuentes o mejora de mobiliario público- en aquellos pequeños pueblos que lo requieren. Además del equipo que se encarga del acondicionamiento del Camino, que tiene su sede en Fuentes Blancas, los otros se ubican en Frías, Valle de Sedano, Condado de Treviño, Pancorbo, Baños de Valdearados, Huerta de Rey, Villadiego (Peña Amaya) y en Modúbar de la Emparedada (Vía Verde Santander-Mediterráneo sur-este), Poza de la Sal (Vía Verde Santander Mediterráneo Norte) y Arlanzón (Vía Verde de la Sierra de la Demanda). Estos municipios cuentan con vestuarios y lugares acondicionados para los trabajadores, pero se llega a todos aquellos pueblos de la zona que requieren sus servicios.

Ahora mismo el grupo encargado de este popular trayecto se localiza en las proximidades de Espinosa del Camino. «Hemos empezado en San Juan de Ortega y vamos a llegar hasta el límite con La Rioja, mientras luego iremos por el otro lado hasta la zona que pega con Palencia», expone Cristina Palomo, coordinadora del programa en Burgos. En los seis meses que dura esta iniciativa «se tiene que completar todo el recorrido», ya que se pretende ofrecer una buena estampa de toda la provincia.

Los trabajadores están de 8 a 15 horas, con un descanso para almorzar. Aunque para los días de más calor cuentan con un protocolo muy estricto y a partir de las 12 realizan labores a cubierto. Por otro lado, desde la Diputación recuerdan que la mayoría de los municipios no tienen capacidad económica para acometer unas mejoras de esta dimensión y de ahí que cuenten con dicha ayuda.

«Los pueblos solicitan las necesidades que poseen y se valora a nivel técnico para posteriormente aprobarlo en Diputación», afirma Palomo, que recuerda que la Junta paga el personal -aunque no todo- mientras la Diputación se encarga de la maquinaria y los equipos de protección, entre otras cuestiones.

El diputado provincial responsable, Javier Arroyo, explica la importancia de este servicio para ofrecer «una buena imagen al peregrino nacional y extranjero» y que se lleven así un buen recuerdo. Además, insiste en que el hecho de tener todas las cunetas y márgenes segadas ayuda a 'vender' mejor esta ruta a su paso por la provincia. «Hay caminos que están completamente cerrados y en pueblos como Agés nos han llamado porque los peregrinos se mojaban con las hierbas por la mañana», desarrolla. Además, menciona las dificultades que suelen tener para encontrar mano de obra y, pese a que se contrata a desempleados, cuesta completar las plantillas. Siempre se trata de buscar a vecinos de los pueblos para conformar estas cuadrillas, aunque en el caso de la del Camino de Santiago proceden de Burgos al estar su sede en Fuentes Blancas.