La unión hace la fuerza y con esa premisa, en uno de los rincones de los Montes Obarenes, tratan de aprovechar la oportunidad de desarrollar el sector turístico. Así, pueblos como Pancorbo o Santa Gadea del Cid compran papeletas para afianzar población y no languidecer con el paso del tiempo. Junto a su empuje, también surgen iniciativas privadas, que se suman a la causa sabedoras de lo difícil que resulta crear una red en la que atrapar visitantes.
«Lo que podemos ofrecer es un turismo de naturaleza», afirma Javier Cadiñanos alcalde de Pancorbo, quien reivindica que para conseguir pernoctaciones y aumentar el consumo de los turistas deben sumar alternativas, «y un pueblo de los nuestros por sí solo no tiene el atractivo de estar una semana, pero por eso tenemos que hacer un desarrollo de comarca». En el desfiladero participan en el proyecto de Sodebur en colaboración con la Diputación para fomentar el turismo. A través de esta línea, pretenden crear el centro de doma del caballo losino, un programa de avistamiento de aves, una vía ferrata, «pero también se va a hacer una ruta de bicis entre Miraveche y Bozoó», avanza Cadiñanos, quien suma en la ecuación lo que se hace en Santa Gadea del Cid.
En este otro municipio reconocen la cercanía con la idea que transmiten desde Pancorbo. A nivel individual están cerca de abrir su oficina de turismo y siguen dentro del proceso para lograr una ayuda y abrir un museo de los olores de los Montes Obarenes. Su alcalde, Jorge Ortiz, añade que «queremos entrar en la plataforma de los pueblos más bonitos de España, aunque hay que cumplir requisitos» y lo relaciona con la necesidad de tener servicios. Por eso, apuesta por «seguir la misma línea que puntos cercanos, porque si vamos por libre no nos vamos a comer nada, pero si hacemos un engranaje entre todos conseguiremos más».
A los pueblos que reman en la misma dirección, Ortiz suma a Bozoó, donde al margen del empuje municipal también hay una iniciativa privada que trata de dar vida a esta entrada a los Montes Obarenes. Caballerizas Alcor abrió un proyecto de agroturismo con el caballo como protagonista. En poco más de un año, Carlos Alonso tiene las cuadras, una casa rural y ahora trata de acercar el deporte a los pueblos, con actividades como la que planifica el 31 de agosto. «Por la población envejecida este tipo de eventos no se hacen», afirma el promotor, quien ensalza que «queremos unir el entorno rural con actividades que mueven gente».
Alonso también destaca la colaboración con la parte pública, algo necesario para que triunfen iniciativas privadas. Así lo ven también en el Granero de San Francisco en Santa Gadea del Cid, donde reconocen que «cuando les va bien a todos, nos va bien a nosotros», y lo explican dentro de un verano donde destacan la cantidad de visitas que reciben, aunque también organizan actividades como yoga o conciertos en un entorno natural.
Otra pata para el desarrollo de la zona también se asienta en la organización de eventos, como las jornadas del misterio impulsadas por Juanjo López este fin de semana en Pancorbo, en las que espera repetir el éxito de la primera edición cuando acudieron 200 personas. Al margen de la vinculación que pueda haber entre lo oculto y el desfiladero, el promotor ensalza que «viene gente de toda España y en un pueblo se crea un ambiente único que solo te da el entorno rural».