Los pintores siempre pintamos el mismo cuadro», afirma Juan Mons para referirse a ese universo interior de creatividad del artista que se inspira en temáticas cercanas en las que ahonda y evoluciona. En su camino, la infancia está presente a través de muelles y barcos, como los que protagonizaron las exposición de hace dos años. Pero en esta ocasión, son sus dos nietos los que han servido de guías para crear una muestra, la más «realista», repleta de color y expresividad en torno al mundo circense.
«Todos hemos sido niños y hemos vivido esa emoción del circo», explica Mons, que hace un repaso pictórico por las distintas profesiones circenses, equilibristas o trapecistas, salvo la de los payasos, que justifica en un intento de «huir de convencionalismos», dado que estos últimos siempre se asocian a este mundo.
El pintor se acerca a los niños «a golpe de color», con tonalidades potentes y básicas que dan forma a figuras claras y expresivas. Porque esta muestra, formada por una treintena de obras y que puede verse hasta el 28 de diciembre en el Hotel Cordón, es una de sus exposiciones más «realistas» a la que vez que «simplistas» pensado en los destinatarios, los más pequeños, y en sus abuelos, que «son los que gozan de esa ternura».
Junto al universo circense que predomina en la mayoría de los cuadros, Mons también hace un guiño a la Navidad con obras sobre los belenes, que formarán parte de una próxima cita expositiva dedicada a la Pasión de Cristo y que verá la luz en fechas cercanas a la Semana Santa. «Es un tema que tengo en la cabeza desde hace 20 años, pero que nunca ha enseñado», explica el artista.
A pesar de la temática, el color seguirá presente en esta nueva serie para alejar esas imágenes convencionales que van unidas a los claroscuros. «Estoy disfrutando de lo que es pintar de una forma más serena», manifiesta el psiquiatra, para después aludir a esa constancia del artista que le permite evolucionar en el tiempo.
La exposición que puede verse en el céntrico Hotel Cordón estas navidades, en horario de 12 a 14 y 19 a 22 horas, se produce después de un año de silencio creativo, que retoma ahora con un sentido homenaje a sus dos nietos. Con la anterior muestra, retrocedió a sus años de infancia con un marcado aire expresionista, que dejó plasmado en los recuerdos de una niño para el que la mejor recompensa era salir a pescar.